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b) Con hechos: signos o gestos, v. gr., levantando el puño hacia el cielo, o contra la santa cruz, con amenaza. - c) critas. Con palabras: a base de expresiones injuriosas habladas o es- No hay que confundir con la blasfemia ciertas palabras o expre– siones más o menos groseras e indecorosas. Estas no son blasfemias, sino palabras malsonantes, contrarias a la buena educación e in– dignas de una persona un poco culta. Gravedad de la blasfemia. La blasfemia es uno de los pecados más graves que se pueden cometer, sea cual fuere el motivo de pronunciarlas, la cólera, la im– paciencia o el desprecio de Dios. La blasfemia es el lenguaje del infierno y de IGs condenados. propio de los hombres viles, que presumen de un poder que no tie– nen. Se trata, por lo demás, de un pecado estúpido, que no reporta ninguna ventaja, ni siquiera temporal. Puede con todo ocurrir, a veces, que no haya suficiente adver– tencia para pecado grave, sobre todo tratándose de habituados a blasfemar. El que está _habituado a decir blasfemias debe arrepentirse de su mala costumbre y luchar por desarraigarla. Por oír simplemente alguna blasfemia es claro que no se peca. Es con todo conveniente hacer, al menos interiormente, algún acto de desagravio al Señor. Castigo. El blasfemo en el Antiguo Testamento era castigado con la muerte. El Derecho Eclesiástico manda que se le castigue según .el prudente criterio del Ordinario. Y el Código Español castiga asimis- mo a los blasfemos con arresto y multa. · GUION PARA EL REPASO 1. Si un compañero te insulta_. o simplemente te echa en cara tus defectos, ya sabemos de qué manera reaccionas. (°Qué te pa- 40
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