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ello, los individuos, y sobre todo la sociedad, no pueden conten– tarse a veces con la mera palabra dada por un hombre. Y le exigen que refuérce su autoridad, poniendo a Dios por testigo de que dice la verdad. El juramento puede ser: asertorio -y proll;isorio. 1) Asertorio: si se hace meramente para confirmar la afirma– ción de una verdad. A Dios se le invoca como testigo de nuestra veracidad. 2) Promisorio: si se formula para confirmar una promesa, v. gr., juro por Dios que haré ... tal cosa. Aquí se invoca a Dios como fiador de la obligación de cumplir ]o prometido. Condiciones de validez. Para que el juramento sea válido se requiere: a) Intención de jurar: es condición esencial. Si uno pronuncia una fórmula juratoria, pero no tiene intencióP. de jurar, no se da verdadero juramento. b) Fórmula juratoria, en virtud de la cual explícita, o implí– citamente se invoque a Dios como testigo de 1a verdad, v. gr., juro por Dios, juro por estos Evangelios, etc. Las fórmulas «bajo palabra de honor», «por la salud de mi ma– dre», etc., no suponen de suyo juramento. Tampoco lo es hacer una cruz con los dedos y besarla , después de hacer alguna afirmación. Condiciones de licitud. Para que el juramento sea un acto loable de religión debe ha– cerse en las debidas condiciones, esto es : con verdad, con justicia y con necesidad. Decía el profeta Jeremías : «Jurarás sólo con ver– dad, derecho y justicia)) (J r 4, 2). a) Verdad: Es preciso tener conciencia clara de ]a verdad de lo que se afirma con juramento, y de la sincera intención de cum– plir lo que se ·promete. El que a sabiendas jura en falso, invoca a Dios por testigo de la mentira. Comete, por lo mismo, un gravísimo pecado llamado perjurio. 38

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