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todo despropocionados para este medio, v. gr., estados del alma, la perfección moral, acontecimientos futuros que dependen de la libre voluntad, etc. 3) La vana observación: consiste en el empleo de medios· no ap– tos para el fin que se intenta conseguir. La vana observancia supone una grave injuria a Dios, al querer atribuir a circunstancias vanas y ridículas lo que sólo El podría ha– cer. Muchas veces es sólo pecado venial, dada la ignorancia e incul– tura de los que la practican y la falta de verdadera fe en esas cir– cunstancias vanas. Los ejemplos de vanas observancias son numerosos: creer que los martes o viernes son días aciagos; que el número 13 trae mala suerte; y, en general, toda clase de amuletos. No hay por qué in– sistir en la r,idiculez de estas prácticas, que con toda evidencia po– nen en claro ·la poca fe y deficiente formación religiosa de los que las dan crédito. 8. EL SACRILEGIO El sacrilegio consiste en la profanación o trato indigno de lo sa– grado . Santo o sagrado, sustancialmente, sólo lo es Dios. Pero las per– sonas o cosas que el Señor .escoge, o designa la Iglesia para el culto, participan de alguna manera de esta santidad de Dios. Merecen, pues, especial respeto y veneración por nuestra parte. No pueden compararse con las cosas meramente profanas. Clases de sacrilegio. Pueden ser sagradas, por haber sido consagrados a I> "s, la:. personas, los lugares y las cosas. De ahí que podamos c_i 1.guir tres clases de sacrilegio. 1) Sacrilegio persona!:· Consiste en la profanación d¡:,. nersonas sagradas. Son personas sagradas las destinadas al culto di\ .. 1 por la ton– sura y órdenes sagradas, y las consagradas especialmL.ite a Dios por . medio de l_os votos públicos (religiosos). De este modo comete grave sacrilegio ·personal el que golpea, hiere o injuria a un clérigo o religioso; el que peca con una persona consagrada a Dio~ por un voto público de castidad, etc. 32

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