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gente necesidad de una instrucción religiosa adecuada, con lecturas, asistencia a la predicación, catequesis, etc. Los autores están de acuerdo en señalar que hay obligación de creer, y por consigüiente de conocer, ciertas verdades con necesi– dad de medio para salvarse. 1) La existencia de un Dios remunerador, esto es, que pre-> mia a los buenos y castiga a los malos. 2) El misterio de la Santísima Trinidad : tres persona~ y una sola sustancia en Dios. 3) La encarnación del Hijo de Dios para redimirnos. También es preciso conocer, por precepto divino o eclesiástico, y con obligación grave, las principales verdades de la ·vida cristiana-.~ 1) Los dogmas fundamentales de la fe contenidos eh el . Credo. 2) Lo que se ha de practicar: mandamientos de Dios, de la Iglesia y deberes del propio estado. 3) Lo que se ha de pedir: el Padrenuestro. 4) lo que se ha de recibir: los sacramentos. 5) Lo que se ha de esperar: los novísimos o postrimerías del hombre. S. EL RESPETO HUMANO No basta tener fe para salvarse, es preciso vivir conforme a la fe. Esto es lo que se llama una fe viva. El cumplimiento d.e nuestros deberes religiosos tiene un gran enemigo en el respeto humano. El respeto humano consiste en una preocupación excesiva de la opinión de los demás, de f arma que se dejen de .hacer acciones obli– gatorias o meramente c ,:onsejables, o aun peor_. se cometan obras malas por temor al «t7ue dirán )) . El respeto humano: 1) Nos hace despreciables a Dios. Supone enorme cobardía por nuestra parte. 2) Nos hace despreciables a los hombres. En el fondo, el mundo ha despreciado siempre. por indignos o por viles, 29