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. · Explícitamente deben creer los adultos, con necesidad de medio, estas cuatro verdades fundamentales: que Dios existe; que pre– mia y castiga; el misterio de la Santísima Trinidad y el de la En– carnación del Verbo. Si bien no consta con certeza la necesidad ab– soluta de conocer estos dos últimos misterios. Implícitamente, todas las demás verdades; en cuanto uno debe estar dispuesto a prestar asentimiento a cuanto Dios ha revelado. b) Con necesidad de precepto: en cuanto lo manda expresamen– te el Señor, y es, por consiguiente, obligatoria. «El que crey~re y fuere bautizado se salvará; mas el que no creyere, se condenará)) (Me 16, 16). Actos internos de fe, es preciso hacerlos de cuando en cuando durante la vida, y probablemente a la hora de la muerte. Actos externos de fe , deben hacerse cuando lo exija el honor de Dios, el bien espiritual de nuestro prójimo, o lo mande la Iglesia en casos especiales. 2) Esperar (Esperanza). La esperan za es una virtud sobrenatural por la cual confiamos que Dios nos dará la gloria mediante su gracia y nuestras buenas obrar (Catee. n. 197). Dios ha prometido muchas cosas a los hombres, sus hijos. «Nos hizo merced de preciosas y ricas promesas)) (2 P 1, 4). Y como es bueno y omnipotente, necesariamente ha de cumplir sus promesas. !?or eso esperamos en Dios. \ a) Dios nos ha prometido, en primer lugar, bienes celestiales. u Esa es la promesa que El nos hizo, la vida eterna» (1 J n 2, 2?). · b) Nos ha prometido, en segundo lugar, bienes terrenos.:, los que necesitamos en nuestro caminar hacia el cielo. El cristiano deb,e poner su vida en manos de Dios y ·esperar confiadamente todo de El. «No .os preocupéis diciendo: Qué comeremos, qué beberemos, qué vestiremos. Bien sabe vuestro Padre celestial que de todo eso te– néis necesidad)) (Mt 6, 31-32). Necesidad de la esperanza. La esperanza es tan necesaria como la fe. Seríamos inconsecuen– tes si creyéramos en Dios y no tuviéramos en El esperanza. 20

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