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2 PRIMER MANDAMIENTO «No tendrás otro Dios que a mí. .. Porque yo soy el Señor, tú Dios» (Ex 20, 3, 5). "Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente» (Mt 22, 37). El pr-imer mandamiento de la ley de Dios nos pone frente a frente ante Dios. Sabemos que Dios es nuestro creador, sal– vador, padre y único bien. Siendo así se entiende por sí mis– mo cuál debe ser nuestra actitud como hombres y como cris– tianos ante el Señor. Se suele distinguir un doble aspecto en cada mandamien– to,. positivo y negativo. Podemos, pues, ordenar las diversas · obligaciones y prohibiciones de este primer mandamiento del siguiente modo: · · En el aspecto positivo: en cuanto Dios es la suma verdad, debemos creer. En cuanto es el sumo bien para nosotros, nuestra herencia eterna, debemos esperar. En cuanto es la .suma bondad en sí mismo, debemos amarle, y amarle sobre todas las cosas. En cuanto es creador y señor nuestro, debemos rendirle adoración ú culto. · En el aspecto negativo: Nos estará prohibido todo lo que contraría los deberes anteriormente señalados: la falta de fe, la ignorancia religiosa, el respeto humano, el odio a Dios, etc. l. QUE NOS MANDA (Creer y amar a Dios) 1) Creer (Fe). Creer, en el lenguaje corriente, supone «dar crédito, tener firme– mente por cierto lo que alguien nos ha dicho». Cuando se cree, uno presta asentimiento a lo que otro dice por el solo hecho de que éste \ ha sido testigo de lo que narra y no nos engaña. 18