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- - - ~ A su vez, en cada mandamierito podemos distinguir dos aspectos: Aspecto positii'o: en cuanto el mandamiento ordena hacer algo Aspecto negativo: en cuanto prohibe lo contrario de lo que or dena. El verdadero cristiano debe fijarse sobre todo en el aspecto posi– tivo. La vida cristiana consiste no sólo en· evitar el mal, sino sobre todo en practicar el bien en todas sus formas. Dice el Señor: ,, Sed perfectos como vuestro Padre que está en loe; cielos es perfecto,, (Mt 5, 48). 2) Resumen. La división que hemos expuesto de los mandamientos en dos ta– blas: deberes para con Dios y deheres para con nosotros y el pró– iimo, está del todo conforme con la mente del Señor, que resume los mandamientos en dos: _:_ amara Dios sobre todas las cosas -- amar al prójimo como a nosotros mismos. ,/ Como le pregunt~ra un escriba a jesús cuál era el principal man– damiento de la Ley de Dios, respondió: ((Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el más grande y el primer- mandamiento . El segundo, semejante a éste. es: Amarás al prójimo como a ti mismo. De estos mandamientos -pende la ley y los profetasn (Mt 22, 37-39). Todo, pues, consiste en amar a Dios y al prójimo. O más bien di– remos que todo se compendia en el «amor a Dios)). El amor, y no el temor, ha de ser el ~ran motor de la conducta humana. Ya decía San Agustín: ,<Ama y haz lo que quieras n. 4. NECESIDAD Y POSIBILIDAD DE OBSERVARLOS 1) Necesidad. Toda actividad humana está siempre ~ometida a una serie de re– glas o normas que la rigen. Así nadie p.uede ser un buen ciudadano, si no cumple las leyes del Estado; nadie es un buen futbolista, si no observa las reglas de este deporte. El Decálogo es un conjunto de reglas según las cuales se ha de ordena, la vida del hombre, si quiere salvarse. Ha sido dictado, impuesto y promulgado por Dios. Es, pues, gra- - - 15

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