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- robustece la voluntad contra las tentaciones - es un gran medio para conocerse a sí mismo ... 2) La práctica de la comunión frecuente: es aún más necesaria que la confesión para una vida profundamente cristiana. No en vano en la comunión se une Jesucristo de la manera más íntima con nosotros. La comunión : - aumenta en nosotros la vida de gracia - concede nuevas fuerzas para vivir como hijos de Dios. - debilita las malas inclinaciones - nos une a Cristo y a todos los cristianos. La Eucaristía es el banquete familiar de los hijos de Dios. Para comulgar con frecuencia, y aun a diario, es suficiente: a) Estado de gracia. Los pecados veniales no impiden la comu– nión, si bien es conveniente hacer un acto de dolor antes de comulgar, para que nos sean perdonados. b) Recta intención; esto es, no por rutina o vanidad, sino por agradar a Dios y aumeritar el tesoro de. la gracia. c) Se recomienda una preparación diligente y la acción de gra– cias después de comulgar. GUION PARA EL.REPASO 1. Si el cuerpo está enfermo, acudes al médico. ¿A quzen debes acudir si el alma languidece_. enferma o, peor aún, muere? ¿Cómo muere el alma y cómo resucita? 2. ¿Qué es, sobre todo, lo que debes pensar, al irte a confesar?: -«¿Qué voy a decirle?» - «¿Qué va a pensar?» - «¿Qué me dirá?» - «¿A quién voy a encontrar?» 3. Piensa en las consecuencias de quien tardara en· lavarse y mu-. darse varias semanas. ¿Qué pensarás del que sólo se confie– sa una vez al año? 4. Compara la parábola del hijo pródigo con el sacramento de la confesión. · 119

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