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11 SEGUNDO ~y TERCER .PRECEPTOS DE . LA IGLESIA «Reconciliaos con Dios» (1 Co 5, 20). «Yo soy el pan de vida» (Jn 6, 35). La confesión y comunión son los dos grandes sacramentos de uso más frecuente. La confesión elimina ]os pecados; la co– munión nos aumenta la gracia, uniéndonos con Cristo. La obligación de confesar los pecadós mortales después del Bautismo y de comulgar alguna vez fue impuesta por el mismo Jesucristo al instituir estos dos sacramentos. Así lo expresa el Señor al dar a los apóstoles la potestad de perdonar los pecados: «A quienes les perdonareis los pecados les serán perdonados y a quienes se los retuviereis les serán retenidos» (Jn 20, 23). Y sobre la comunión dice: «Si no co– méis la carne del Hijo del Hombre y no bebéis su sangre, no tendréis vida en vosotros» (Jn 6, 53). Esta obligación general la determina la Iglesia más particu– larmente en el segundo y tercero de sus mandamientos. 1. LO QUE MANDA EL SEGUNDO PRECEPTO Jesucristo confió el sacramento de la penitencia, como los demás sacramentos, a la Santa Iglesia. La Iglesia, preocupada de nuestro bien espiritual, nos ha impuesto la obligación grave de confesar los pecados mortales : - Al menos una vez al año. - En peligro de muerte. - Si se ha de comulgar. 2. CONFESION ANUAL La penitencia es el sacramento de la misericordia. El hombre, 113

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