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7. ¿Crees que hay alguna relación entre la mentira y el temor, la cobardfa y la vanidad? ¿Estamos siempr.e obligados a decir la verdad a los demás? 8. En el Evangelio encontramos frases durísimas de Jesús contra la hipocresía de los fariseos. ¿Porqué será tan repulsiva la hipocresía? LECTURA Pecados de la lengua mordaz ,<Hermanos míos: Si algúno no peca de palabra, es varón perfecto, capaz de gobernar con el freno todo su cuerpo. A los caballos ponemos freno en la boca para que obedezcan, y así gobernamos todo su cuerpo. Ved también las naves, que con ser tan grandes . .. se gobiernan por un peque·ño timón a voluntad del piloto. · Así también la lengua, con ser un miembro pequeño se atreve a grandes cosas. Ved que un poco de fuego basta para quemar un gran bosque. Tam– bién la lengua es un fuego, un mundo de iniquidad. Colocada entre nuestros miembros, la lengua contamina todo el cuerpo, e inflamada por el infierno, inflama a su vez toda nuestra vida. Todo género de fieras . .. es domable y ha sido qomado por el hombre; pero a la lengua nadie es capaz de domarla, es un azote irrefrenable y está llena de mortífero veneno . .. Con ella bendecimos al Señor y Padre nuestro, y con ell_a maldecimos a los hombres, que han sido hechos a imagen de Dios. De la misma boca proceden la bendición y la maldición. Y esto, herma– nos míos, no debe ser así. ¿Acaso la misma fuente echa, por el mismo caño, agua dulce y amarga?» (San 3, 2-11). PARA TU VIDA Cuando hablas, tu palabra se dirige siempre a un corazón humano. En él puede hacer muchas cosas: mucho bien o muchQ mal. Puede liberar. iluminar, estimular, reconciliar... como la palabra de Cristo. Puede también lacerar, ¡¡batir, d(vidir, destruir... como la palabra del tentador. Con~ciente del enorme poder de tu palabra, mantenla s~empre ba.io control, con la brida de la discreción cristiana. La discreción cristiana te indicará, en cada momento, lo que debes de– cir y lo que debes callar. 103

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