BCCCAP00000000000000000000523
43- morum gravitate, religiositate et pietate conspicui, et semel electi, non facile mutentur". Una vez más repetimos que todo nos parece poco para elogiar debidamente el esfuerzo de los Directores y Maestros que se consagran a la educación de nuestros nifi.os , pero -es preciso que no lo echemos en ol– vido- la enseñanza literaria y científica, especialmente en las clases superiores, exige una preparación particular. Cierto es que en algunas Provincias nuestros alumnos asisten a clase en establecimientos extraños, particularmente en Seminarios menores; pero este sistema, que ofrPce algunas ventajas, sobre todo por la economía que permitP de personal, no deja de tener algunos inconvenientes, por lo que puede perjudicar a la unidad de dirección y de formación, y porque, en todo caso, es una solución tan sólo excepcional. Es preciso, pues, que tendamos a no necesitar de nadie; cosa que no nos parece irrealizable, sobre todo en Provincias numerosas. Por esto conjuramos a los Padres Provinciales a que designen los religiosos jóvenes que, por su piedad y por sus dotes intelec– tuales, juzguen aptos para la enseñanza, y les proporcionen la cultura profesional que necesitan. Por lo que se refiere a Italia - al menos cuando pase la tempestad levantada por la guerra nuestro Colegio Interna - cional de San LorPnzo dP Brindis abrirá, de par en par, sus puertas a aquellos de nuestros religiosos que a él sean envia– dos por los Padres Provinciales. En los otros países no falta– rán Universidades Católic,1s, donde ampliamente se dé la en– señanza de que tratamos, y con facilidad podrán los Padres Provinciales aprovechar esa ventaja. Sean cuales fueren los medios que se empleen para el logro de este fin, nosotros le consideramos corno de capital importancia. De él depende el porvenir mismo de la Orden. Sin duda es de gran importancia que ella crezca en número, pero es todavía de una trascendencia mayor que crezca en virtud y en ciencia. Ahora bien, el valor que tenga la educa– ción primera ese es el que tendrá lo que sobre ella se cultive después. "Spes messis in semine". Afanémonos, pues, en ser, para las almas jóvenes que se nos han confiado, sembra– dores de luz, de verdad, de piedad y de vida, preparan do a
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz