BCCCAP00000000000000000000522

EL PROBLEMA P SICOLÓGICO DE LA CONVERSIÓN una vela me acerqué a la puerta. No había hecho más que correr el cerrojo cuando la puerta se abre violentamente y una muj er penetra apresuradamente, echándose a mis pies. Lleno de asombro la pregunto qué es lo que quiere y me contesta: -Padre, yo no saldré de aquí sin haber recibido el bautismo. --No son és tas horas para recibir el bautismo-la con– testé-, ven mañana. - Mañana yo no estaré viva. Saben ya en el pueblo que yo deseo recibir el bautismo y han decidido matarme esta no– che. Antes de morir yo quiero recibir el bautismo; no saldré de vuestra casa sin haberlo recibido. La mujer se llamaba Maleka y era la tercera esposa del jefe del pueblo Lengelenge. El asunto era, por tanto, muy es– pinoso. Hice levantarse a uno de mis criados y le ordené que fuera a llamar a los jefes del pueblo. Cuando éstos estuvieron presentes, les dij e : -Jefes, esta muj er ha venido a forzar la puerta de mi casa. Preguntadle el motivo. Antes que los jefes tuvieran tiempo de hablar, la mujer se dirigió a ellos diciéndoles: - Vosotros habéis decidido matarme esta noche porque sabéis que quiero bautizarme. Por eso he venido a casa del padre para bautizarme antes de morir. -¿ Quién te ha dicho eso?-le contestó uno de los jefes. -Lo he escuchado, escondida en la selva, cuando estabáis deliberando-replicó Maleka . -Padre-dijo entonces el jefe, dirigiéndose a mí-, ma– ñana arreglaremos este asunto. Pero Maleka insistió en que había de ser allí mismo y los jefes se retiraron a consultar. Mientras los jefes consultaban y deliberaban, Maleka se puso a rezar Avemarías, entrecortadas por suspiros y sollozos. Los jefes insistieron en dejar el asunto para el día si– guiente, pero Maleka se obstinó en que había de ser aquella misma noche, diciendo: -Es inútil ; matadme si queréis, pero matadme aquí: porque yo no saldré de aquí sin haber recibido el bautismo. - Padre-me dijo entonces uno de los jefes con indigna- -15-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz