BCCCAP00000000000000000000519

P. DAVID DE LA CALZADA músculo y la destreza han arrollado todos los valores es– pirituales y sobrenaturales. Esta frivolidad que deploramos, no es que sea solamen– te de nuestro tiempo; ha existido en todas las épocas, aun– que ahora se haya agudizado con el progreso técnico y la elevación del nivel de vida. Hace veinte siglos, Cristo, verdad por esencia, vino a la tierra para enfrentarse con el mundo frívolo y obcecado, y llamarle mentiroso a la cara. Y sube a un monte para pro– clamar contra él, desde allí, las auténticas Bienaventuran– zas. Con ellas intentaba restituir los valores espirituales y sobrenaturales a su orden jerárquico, situándolos muy por cima de la materia. Y he aquí las Bienaventuranzas que Cristo, el Dios de la verdad, opone para siempre, a las men– tiras y errores del mundo: "Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán la tierra. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán con– solados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justi– cia, porque ellos serán hartos. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcan– zarán misericordia. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos ve– rán a Dios. Bienaventurados los pacíficos, porque ellos serán llama– dos hijos de Dios. Bienaventurados los que padecen persecución por la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos". Ha venido Cristo a la tierra, como luz de las gentes, a deshacer errores y poner las cosas en su punto. Ha habla– do el Maestro, ha hablado la Verdad, ha hablado la Sabi– duría Infinita, y no hay más recurso que aceptar sus ense– ñanzas. Ha hablado Cristo, autoridad suma, que no puede engañarse ni engañarnos ... Y, según el testimonio de Cristo, la pobreza de espíritu está muy por cima de la riqueza. La mansedumbre muy por cima de la ira irreflexiva. El dolor muy por cima del placer. El ansia de perfección muy por cima de la cómoda apatía para lo bueno. La misericordia muy por cima de la