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RADIOGRAFÍA DE LA FRIVOLIDAD 47 a la pereza intelectual para abordar los problemas religio– sos y morales del hombre frente a sus eternos destinos... Ese clásico: "no quiero saber :1ada de nada", para no com•· prometerme. Que e~; lo que Lizo Pila'co frente o. Cristo que le hablaba de la verdad. Pemm ,obre estas cosas dos ve– ces al año, es demw bdo para muchos. Gentes :hay que so– bre estas cosas tan serim; e importantes, no piensan ni si– quiera dos veces en la vida. En definitiva; que dese,'.hadas las luces de la razón y la reflexión, muchos hombrei, no admiten más gufas para la orientación de su existencia que las pasiones, los sentidos, el ambiente paganizado del mundo. Y los efectos desastro– sos de esa equivocación los vemos patentes en la calle. No solamente no se vive vida de crü;tia,1os; con frecuencia, ni siquiera de hombres ... La frivolidad viene a situarnos con sobrada frecuencia al nivel de los animalitos ... V.-Hay ciertas .nobles preocupad.emes, que pudiéramos llamar universales, porque, de al;:i;ún modo, l1an alcanzado a toda la humanidarl, de,~de el principio del mundo irnsta nuestros dfas. La m:,r; profunda de todas esas preocupacio– nes ha sido la refü;iosa... Todos los pueblos del mundo y en todas las épocas ha:i. practicac"'.o 8lguna religión, han rendi– do culto a algún ser mic,terio;;o que considerc.ban divino. El hecho religioso universal no ha podido negarlo ningún his– toriador. Pero, hasta esta univers::il preocupación religiosa quie– ren sac,._1dirse los frívolos de nuestro tiempo, para poder vi– vir despreocupados y a su antojo. Y en este asunto de tan– ta transcendencia, adop~:1:1 la poc3e ,Je ciertos intelectuales que, según ello:;, saben liber:.:rse de este lastre rústico de caducos fa,1atismos y prejuicios, muy propios de la Edad Media, pero insostc2nibk~(, en nue:,tro tiempo. Gustosamente vuelvo a trGer a estas páginas la autori– dad de Balmes en una página maravillosa, en la que des– entraña la condur.ta frívola y displicente de muchos ante esa gran preocupación univers2.l del hecho religioso: "La humanidad entera se ho. ocupado y se está ocnpan– do de la religión; los legisladores la han mirado como el objeto de la más alta importan"'.i:l, los sabios la han toma– do por materia de sus más pro:undas meditaciones; los mo– numentos, los códigos, los escritos de las épo::as que nos han

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