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RADIOGRAFÍA DE LA FRIVOLIDAD una mariposa, al ver su color, sin detener su mirada en la primera. Queriendo saciar su anhelo bajó con velocidad; mas cortó el agua su vuelo y su vida sin piedad... ¡porque no miró hacia el cielo, 37 donde estaba la verdad!" (R. Conejo Ramillo). No perdamos nunca de vista el fin para el que Dios nos puso en el mundo. Ese fin no es otro que conocer, servir, amar y dar gloria a Dios, y, por remate, salvar nuestras almas. Que este sea nuestro faro orientador en todos los momentos de nuestra vida. Todo lo que no esté acorde con este último fin, es frivolidad, y puede ser que pecado. Con– sideremos siempre las cosas al trasluz de la eternidad, y entonces comprenderemos perfectamente lo que tiene im– portancia, y lo que no vale la pena... Multitud de veces he oído narrar sus impresiones a los caballeros que terminan sus Cursillos de Cristiandad. Salen transformados en criterios y apreciaciones, en deseos y pro– pósitos. Y cuentan que, a medida que iban pasando los días, y con ellos los rollos y los temas expuestos a su considera– ción, les parecía como que iban despertando de un profun– do sueño en que vivían, la luz se iba volcando en su derre– dor. Y todo les daba la impresión de que les hacían asomar a un alto ventanal, les descorrían unos leves cortinajes, y comenzaban a contemplar con ojos atónitos un mundo nue– vo, un panorama fantástico, jamás soñado, lleno de bellezas y maravillas ... ¡El mundo de lo sobrenatural! ... Y ellos mismos, sorprendidos de tanta obcecación ante– rior, se hacían estas preguntas: "Pero, ¿dónde estaba yo hasta ahora? ¿En qué pensaba? ¿Qué hacía? Estaba aletar– gado... en un sueño estúpido. He perdido miserablemente el tiempo hasta ahora... Hoy comienzo a vivir la verdade– ra vida, que nada tiene que ver con la de los animales... ¡Gracias, Señor, por haberme despertado a tiempo!. .. " Los valientes Cursillistas de Cristiandad nos hablan de ese misterioso sueño o amodorramiento, que a ellos, sin de– jar de considerarse cristianos, les había vuelto insensibles para las cosas espirituales y eternas. Y tenemos que añadir