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270 P. DAVID DE LA CALZADA ramos los frutos espirituales de esta nueva forma de apos– tolado. Un médico extremeño, a quien pregunté por sus impre– siones sobre unos Cursillos de Cristiandad de los que había salido aquella misma madrugada, me contestó: -Me da la impresión de que me acaban de operar de cataratas ... ¡Ahora veo claro!. .. Y era un individuo que pasaba por piadoso, con su con– fesión y comunión frecuentes y su rosario en familia. ¿Será también rechazado esto de los Cursillos, como al– go ya superado por los cristianos de nuestro tiempo, como han hecho ya con las Misiones y los Ejercicios Espiritua– les? ¿Es que han inventado ellos algo mejor y más eficaz para sacar a las almas del pecado y llevarlas a Cristo? Es muy lamentable que en ocasiones hayan sido hasta perso– nas sagradas las que hayan puesto la proa a estos insusti– tuíbles medios de salvación! Yo les diría con todo el afecto de mi corazón de sacerdote: Si no construís, por lo menos no destruyáis... ¡Casas de Ejercicios! ¡Santatorios del espíritu! ¡Mara– villosas clínicas oftálmicas! ¡Estancias santificadas por el paso de Dios! ¡Lugares en que tantos dormidos desperta– ron a la vida verdadera, tantos sordos recobraron el oído, tantos ciegos comenzaron a ver!. .. ¡Qué triste es ver cerra– das vuestras puertas, por las que entraron tantas almas ca– dáveres, saliendo resucitadas a la verdadera vida!. .. Es muy grato cerrar un hospital por falta de enfermos. Pero es una burla cruel cerrarlo cuando las enfermedades abundan, cuando reinan epidemias devastadoras. Y sería una ceguera trágica que los enfermos se negaran a ingre– sar, prefiriendo su enfermedad y el riesgo de una muerte casi segura. Pues esto es lo que tristemente está sucediendo con esos otros sanatorios de las almas, que son las casas de Ejercicios. VI.-La oración humilde y confiada. Un medio más en nuestras manos para combatir esa epidemia de la frivolidad. En el terreno sobrenatural, nada se consigue sin la ayu– da de la gracia de Dios; y la ayuda de la gracia de Dios se consigue con la oración. La oración humilde, confiada y

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