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RADIOGRAFÍA DE LA FRIVOLIDAD 269 Pero hay que utilizar esos despertadores; de lo contra– rio, serían completamente inútiles. Al comienzo de las Santas Misiones, canta el pueblo de España: "Venid, fieles cristianos, a las l\'1isiones, donde Cristo convierte los corazones". Y aquella otra letrilla: "A Misión os llama, errantes ovejas, vuestra tierna Madre, la Pastora excelsa". Y los fervorosos misioneros, Crucifijo en mano, despier– tan la responsabilidad en las almas ante la palabra divina que Dios les envía, con saetas como estas, que van a cla– varse en lo más hondo del corazón: "Alma que estás en pecado, con riesgo de condenarte; ha llegado la Misión para que puedes salvarte. Pecador, a quien obceca el humo de la pasión; a curarte esta ceguera llega la Santa Misión". Medios eficaces; pero hay que utilizarlos. Y hoy, por desgracia, en vez de utilizarlos, huimos de ellos. Los Ejer– cicios y Misiones están en franca decadencia entre los cris– tianos. Por eso son tantos los dormidos, y la frivolidad se adueña de la masa. Reciente es la noticia publicada en la prensa. En la pro– vincia de Navarra había nueve casas de Ejercicios. En los tres últimos años se han cerrado la mitad. Esto se publica– ba en 1970. Y se añadía: Y si las cosas continúan por este camino, muy pronto se habrán cerrado todas. ¡Y esto en la provincia que pasaba por la de más acendrado catolicismo de toda España! ¡ Y esto, casi en la patria chica del funda– dor de los Ejercicios, el gran San Ignacio de Loyola!. .. Lo único que sobrevive hoy con un poco de vida son los Cursillos de Cristiandad. Seríamos ciegos si no reconocié-

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