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266 P. DAVID i>E LA CALZAñA lonadas de las verdades de la fe, y en especi:;ü de las ver– dades eternas, contando siempre con el auxilio de la gracia de Dios, que en tales fechas se nos prodiga con más abun– dancia. El Papa Pío XI nos denuncia claramente en su encícli– ca "Mens Nostra", esta dolencia moral del mundo moder– no que se llama frivolidad. Son palabras que ya hemos ci– tado varias veces, y que han sido la ocasión de este libro. Grabémoslas bien en la memoria. Dice el Papa: "La más grave enfermedad que aflige a nuestra época, y fuente fecunda de los males que toda persona sensata la– menta, es la ligereza e irreflexión que lleva extraviados a los hombres". Y a renglón seguido, Pío XI denuncia las consecuencias prácticas lamentables de esa frivolidad e irreflexión. Estas son sus palabras: "De aquí la disipación continua y vehemente en las co– sas exteriores; de aquí la insaciable codicia de riquezas y placeres, que poco a poco debilita y extingue en las almas el deseo de bienes más elevados, y de tal manera las enreda en las cosas exteriores y transitorias, que no las deja levan– tarse a la consideración de las verdades eternas, ni de las leyes divinas, ni aun del mismo Dios, único principio y fin de todo el universo creado". Diagnosticado ya plenamente el caso de la dolencia del mundo y sus efectos, el mismo Papa nos prescribe un ex– celente remedio: Los Ejercicios Espirituales. "Pues para curar esta enfermedad, que tan reciamente aflige hoy a los hombres, ¿qué remedio y qué alivio mejor podríamos proponer que invitar al piadoso retiro de los Ejercicios Espirituales a esas almas débiles y descuidadas de las cosas eternas? Y, ciertamente, aunque los Ejercicios Espirituales no fuesen más que un corto retiro de algunos días, durante los cuales el hombre, apartado del trato ordinario de los de– más y de la barahúnda de inquietudes, halla oportunidad, no para emplear este tiempo en una quietud ociosa, sino para meditar en los gravísimos problemas que siempre han preocupado profundamente al género humano, los proble– mas de su origen y de su fin, de dónde viene el hombre y adónde va; aunque sólo esto fueran los Ejercicios Espiri-
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