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RADIOGRAFÍA DE LA FRIVOLIDAD 237 abastecen el mercado de 12 alimentación. Pero, en el con– cepto de muchos, ¿no es esta una triste realidad? ¡El placer! ¡Sueño dorado de infinitos hombres! ¡Espe– jismo de felicidad engañosa que embauca a tantos!. .. La experiencia de generaciones y de siglos, recogiendo fraca– so:; y desengaños, no es capaz ele barrernos esta ilusión de la cabeza. Durante nuestra guerra de liberación, en cierta ciudad española, un rojo, reo de varios crímenes, es condenado a muerte. La misma mañana de la ejecución, el sacerdote se acerca a él para hablarle del cielo, que podía conquistar aquel mismo día, confesando sus pecados y arreglando sus cuentas con Dios. -¿El cielo?, -replicó con sorna diabólica el condenado a muerte. -El cielo y el infierno están en este mundo ... A mí que me den cuatro o cinco mujeres bonitas, y ése será mi cielo ... El cielo de ustedes, para los tontos ... ¡Cuatro o cinco mujeres! ... Salomón tuvo mil, y disfru– tó de todos los placeres de la vida... Y su experiencia ter– minó en el más rotundo fracaso. "Vanidad de vanidades y todo vanidad". Pero ya hemos repetido que los ajenos fracasos no cuentan para nosotros, y ;;us experiencias no las admitimos como lección para nuestras vidas. Seguiremos, como necios, cosechando fracasos, por no querer aprender en cabeza ajena. Por eso infinitos hombres de hoy seguirán diciendo lo que los impíos del libro de la Sabiduría: "Venid, pues, y gocemos de lo presente, démonos prisa a disfrutar de todo en nuestra juventud. Hartémonos de ricos, generosos vinos, y no se nos es– cape ninguna flor primaveral. Coronémonos de rosas antes que se marchiten; no haya prado que no huelle nuestra voluptuosidad. Ninguno de nosotros falte a nuestras orgías, quede por doquier rastro de nuestras liviandades, porque esta es nues– tra porción y nuestra suerte". (11, 6-10). Un célebre orador sagrado comenta: "¡Oh necedad! ¡Oh mal aconsejado pensamiento! ¿No deberíamos decir al contrario: puesto que la vida es corta, despreciémosla para asegurar la eternidad? Si las rosas se marchitan tan pronto, ¿por qué queréis hacer de ellas una