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RADIOGRAFÍA DE LA FRIVOLIDAD 223 ron ojos para las bellezas de la creación, es completamen– te inexacto el afirmar que ese sentimiento de la naturaleza no volvió a despertarse hasta el Renacimiento; más bien ese despertar comenzó en el "Poverello" de Asís. Mucho antes de que Dante, Bocaccio y Petrarca escri– bieran sus estancias, po.seábase Francisco, ebrio de gozo, por la naturaleza, y admiraba los encantos del paisaje de montes y valles, la hermosura de las flores y de los anima– les, la majestad de los elementos inanimados. En él se hallaban reunidas todas las cualidades de un re– flexivo observador y de un apasionado amante de la natu– raleza: el inocente ojo del niño, la fresca fantasía y la exal– tada sensibilidad del poeta, el corazón del santo, que se alegra en Dios y que ama a Dios. Toda su relación con la naturaleza es esencialmente re– ligiosa. Parte de Dios y vuelve a Dios. Puede encerrarse en estas dos frases: "Del Creador a la criatura, y de la criatura al Creador". (P. Hilarino de Lucerna). Hermosa y expresiva, aunque incompleta, la compara– ción de un autor moderno: "Se inaugura una Exposición Universal en cualquier punto del globo. ¡Qué espectáculo más civilizador! ¡Quién pudiera ir! ¡Quién pudiera admirar tantas maravillas como habrá depositadas en los amplios pabellones de suntuosos palacios! Se considera uno feliz si puede ir, verlo y admirar– lo todo, para decir más tarde: "Yo estuve en tal Exposición y vi tales maravillas". ¿Qué son las molestias del viaje? ¿Qué los contratiempos de la estancia en el país en el que se ve– rifica? Todo se reduce a llevarlo con paciencia y a soportarlo todo lo mejor posible; el objeto principal es admirar en con– junto y en detalle la Exposición. La tierra es una grandiosa Exposición Universal. Si los hombres supiéramos agradecer al Creador el habernos traí– do a contemplar tan grandes maravillas, seríamos dichosos, y en vez de titular este planeta "valle de lágrimas", le lla– maríamos con justicia "paraíso terrenal". Seamos en la vida visitantes de esta gran Exposición Universal y, cuando llegue la hora del regreso, demos gra– cias a quien nos envió para admirar tantas maravillas". Dice nuestro autor que la tierra es una grandiosa Ex– posición Universal. Yo diría que la tierra no es más que

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