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RADIOGRAFÍA DE LA FRIVOLIDAD 201 que "los gamberros" den suelta en público a su feroz ani– malidad sexual, apenas contenida por la presencia de las gentes y los arcos voltaicos?" Al cacique Iñapaquiña le preguntó un blanco por qué las mujeres de su tribu llevaban joyas en las narices. El agudo cacique le replicó: -¿ Y por qué las mujeres de ustedes las llevan en las orejas? ¡Qué distinta de todo esto aquella "montaraza" de las tierras de Salamanca, prototipo de la mujer cristiana y es– pañola, a la que Gabriel y Galán dedicó una de las más primorosas de sus composiciones: "Sencilla para pensar, prudente para sentir, recatada para amar, discreta para callar y honesta para decir... " La mujer, con frecuencia contagiando al marido, lleva la ligereza hasta a las cosas más sagradas. Y se bautiza a los hijos en ocasiones, no por lo que el Bautismo represen– ta para los hombres de renacimiento sobrenatural e incor– poración a Cristo, sino por una tradición de patria o de fa– milia, que da ocasión a una fiesta social. Lo otro, el no bau– tizarlos, sería muy mal visto por todos en una nación ca– tólica. Y se les lleva a la primera comunión, no tanto porque se alimenten con la carne y sangre de Jesús, cuanto por te– ner el pretexto para una fiesta de familia y de estrenar u.nos vestidos, que sirven de exhibición y de pábulo a la va– nidad. ¿ Y qué decir del matrimonio? Gustosos cedemos la pa– labra en este punto al P. Martín Vigil: "Ocurre en nuestros días que el hecho social que es la boda, -vestidos, regalos, música, fiesta, invitag.<>.s,- e.te .-, no siendo malo en sí de ningún modo, v": -~ie.mñdl6L 0r,,da vez más el hecho sobrenatural, que, de~~ ae todo, ''-és allí lo único que importa en la realida~· ~ . 1 El nerviosismo y el espíritu mund ~ del. iQ.~ta~te-im- . pide a los esposos darse cuenta cabal e\q~\~~\.:reáliza e.·n sus almas algo tremendo, comparable 'l(k¡a:-·10 que ocurre ·'° . \,•. LJ,:r'JLJ(•¡J\''•.\'~ '~ ¡ ,j\1(\--, ,: -·~:~::-~~;.: ;j~' ,~

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