BCCCAP00000000000000000000519

RADIOGRAFÍA DE LA FRIVOLIDAD tenas, recibirá por el aire, más que el mensaje de Dios, el mensaje de la frivolidad. Las voces de la naturaleza, can– tando la gloria de Dios, quedarán ahogadas por los ecos de la frivolidad, a los que habrá dado alas la técnica. Frivolidad en la ciudad. Pero el ambiente más abonado para el desarrollo de es– ta epidemia, no es el campo ni la aldea ni el pueblo, sino la ciudad. El poeta Gabriel y Galán, en una de sus más be– llas composiciones, nos dice: "Estuve en la ciudad. Vi la materia brillar resplandeciente, correr arrolladora, sonar dulce y rugiente, y en la vida imperar como señora. Reina del mundo, la ciudad entera su esclava fiel, su adoradora era". Y continúa el poeta más adelante, reflejándonos las im– presiones de aquella su visita a la ciudad, en tiempos en que la ciudad, con sus costumbres sanas y su carencia de eentros de diversión, en nada se parecía a la de hoy: "Conocen allí todos los secretos del Arte y de la Ciencia: saben de varios modos faltar a la verdad con elocuencia; saben negar audaces; saben reír, satíricos feroces; saben gustar, voraces las mieles de las mieles de los goces, y saben ser flexibles, distinguidos, hablar con gran finura y obrar con gran descoco... ¡Saben vivir unidos, amándose muy poco!" Y más adelante continúa: "Estuve en la ciudad y vi la vida. Es ligera y hermosa, del modo que es hermosa y es ligera la ingrávida, la leve mariposa que nace, vive y muere en primavera.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz