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atemorizaron los m'ártires; mas, fuertes en la fe, se dieron unos a otros la consigna de gritar en la hora suprema del martirio: «VIVA CRISTO REY». La mayoría de ellos así lo hicieron, como más tarde lo aseguraron algu– nos asesinos. Como Jo probarán, etc. ARTICULO XVII Es verdad que los prisioneros transportados en algunos camiones fueron conducidos desde la cárcel al cementerio del pueblo de Jove, muy cerca de Gijón. En él fueron colocados contra el muro de la pared, lado derecho y dentro del mismb, y allí asesinados con fuego de ametrallado– ras. La mayor resignación acompañó hasta el último momento a las vic– timas, que, ante el pelotón de ejecución, tuvieron fuerza para confesar una vez más el propio «Credo» en el grito de «VIVA CRISTO REY, VIVA CRISTO REDENTOR». Entre estos se encontraba Fray Eusebio que acep– tó serenamente la muerte que le fué dada por ser religioso. Era el 14 de agosto de 1936. Como lo probarán, etc. ARTICULO XVIII Es verdad que, no obstante la solicitud y la atención habidas en la exhumación de los cadáveres, fué imposible identificarlos, porque los mártires después de la ejecución, fueron sepultados en dos grandes fosas comunes. Como Jo probarán, etc. ARTICULO XIX Es verdad que en el cementerio de Jove, en la pared contra la cual fueron fusilados, se colócaron cuatro lápidas que forman un sólo cuerpo; en la segunda lápida se encuentra el nombre de seis capuchinos. Unas lá– pidas mayores se fijaron en el pórtico de la iglesia de los PP. Jesuítas de Gijón con los nombres de los asesinados que allí estuvieron presos. Tam– bién en ellas están los nombres de los Capuchinos. Por último, un tercer monumento sencillo, consistente en una lápida de mármol blanco, ha sido erigido en una de las columnas del lado izquierdo, según se entra, en la iglesia de los Capuchinos de Gijón; en ella están grabados los nom– bres de los siete Religiosos Capuchinos que, por ser Religiosos, sucum– bieron en la Provincia de Oviedo. (Asturia~)- Como Jo probarán, etc. 62