BCCCAP00000000000000000000517
siervo de Dios la de la justicia, ya qu~ en primer lugar cumplía los deberes para con Dios dándole el culto que le es debido, pues aún de pequeño era muy asiduo a los rezos, lo mismo que en la subordinación a todos sus superiores. Exacto era en todos los de– beres para con Dios cumpliéndolos fielmente, en su vida religiosa. Y en relación con el prójimo cumplía y quería que se cumpliera el deber que impone la justicia con todo cuidado y rigor. Se suscitaron en cierta ocasión algunos disgustillos o rencillas entre algunos miembros de la familia, aconsejando que los suyos más próximos cedieran a trueque de conservar la paz y la armonía entre todos. «Tocante a la virtud de la templanza se mostró en todo momento con ejemplar sobriedad, pues nunca se distinguió por exceso aguno en las satisfacciones de las necesidades naturales, como comer, beber, dor– mir, etcétera. Cuenta uno ele sus discípulos y más tarde compa– ñero de comunidad que «participé con él muchas veces no sólo en el mismo comedor, sino en la misma mesa en el convento en que convivimos, y puedo dar testimonio de que él siempre fue más bien parco en la satisfacción de estas necesidades corporales. Nunca pidió extraordinario de ningún género, ni se quejó jamás de que en las fiestas no se nos obsequiara con alguna cosa especial. Siempre se contentaba con lo que presentaban». (padre Dámaso de Gradefes). «También practicó el siervo de Dios la virtud de la templanza, como lo pude comprobar alguna vez que me visitó en casa; le ofrecí algo de alimento, y lo rehusó. En la satisfacción de sus necesidades le encontré siempre parco)>. (Dolores Menor). 29
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz