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bre delitos contra la salud pública, quedan vigentes en el Te– rritorio, pero no respecto a los indígenas no reducidos a la vida civil; los cuales no incurren en delito por aplicarse en– tre sí mismos sus remedios tradicionales; remedios que por el contrario, deben ser objeto de una constante averiguación y examen por parte del Gobernador y de sus agentes, del Mé– dico de Sanidad y motivo para dar cuenta al Gobierno Na– cional de todo lo que produzca ese estudio. Art. 132.-El sacerdote que se atribuya el carácter de mi– sionero para catequizar indígenas, sin autorización del Go– bierno, será expulsado del Territorio; y si ha impuesto y co– brado derechos, será juzgado y sentenciado a devolver el du– plo y las costas. Art. 133.-El seglar que se fingiere sacerdote, después de multado con el doble de las estafas que haya cometido, será juzgado con todo rigor del Código Penal. Art. 131.-Para ejercer las funciones del sacerdocio cató– lico o las de ministro de cualquier otro culto en este Territo– rio es indispensable pedir y obtener el permiso del Gobierno Nacional, oídos los informes del Gobernador; y el que con– traviniere a esta disposicón será expulsado del Territorio in– demnizando cualesquiera sumas que haya cobrado en ej erci– cio de su indebida ocupación. Art. 135.-Ningún indígena puede salir de este Territorio para país extranjero sin pasaporte del Gobernador o del Je– fe del Distrito, y los que salgan en calidad de capitanes, pa– tronos o tripulantes, han de dejar fianza de volver en el tér– mino de tres meses, pasados los cuales se cobrará la fianza, y será depositada en la Intendencia con destino a Hospitales. Art. 136.-El Magistrado, empleado o particular que re– tenga en su servicio a un indígena menor o mayor de edad contra la voluntad del mismo indígena, incurrirá en una mul– ta desde cien hasta cuatrocientos bolívares, que podrán impo– ner los Gobernadores, los Jefes, y los Jueces de Distrito, de– volviendo su libertad al indígena y haciendo suya la mitad - 260 -