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OESAREO DE ARMELLADA desentenderme del interés que me cabe en que tenga pronta y expedita ejecución del Decreto o Ley abolitiva del tributo, porque de lo contrario se frustraría su objeto, y continuaría verificándose literalmente la observación de Solórzano, quien dice que los mayores beneficios para el indio se convierten en su daño." Al año siguiente (sesión del día 4 de mayo de 1812), por medio de escrito comparecen ante el Soberano Con– greso el procurador general de indios de la Audiencia de Lima (fecha 2 de diciembre de 1811 ) y varios pueblos con cartas de agradecimiento. El Cabildo, justicia y regimien– to de naturales de la ciudad de Lambayeque, en carta an– terior (10 de octubre de 1811 ) , se había adelantado con una carta semejante. Y todo ello quisieron las Cortes que se copiara a la letra en el Diario de Sesiones, donde puede leerse. Aquí sólo unas pocas líneas, eco de su humildad y de su agradecimiento. "Señor, el paternal amor y desvelo con que nuestro incom– parable Monarca, el Sr. D. Fernando VII, y en su nombre (Real) el Consejo de Regencia, depositario de la Soberanía, procura la felicidad de sus vasallos, difundiendo sus gracias sobre los de este reino, hace al Cabildo de naturales de esta capital de Lambayeque el objeto de sus piedades, a ejemplo de los augustos Católicos Soberanos, sus ascendientes, mi– rando desde esas distancias a sus miserables indios con aque– lla ternura paternal propia del piadoso corazón de V. M., de– rramando sus beneficios con preferencia a los demás vasallos. "Estos conocimientos, Señor, nuestro amo, llenan a este pobre Cabildo y a su Comunidad de complacencia; y que nues– tra humildad y gracias, que damos por el bien y exención de tributos con que nos ha distinguido, lleguen a sus oídos, por– que no hay bien que no nos desee; reconociendo que era el único derecho que pagaba la Nación en reconocimiento del vasallaje debido a su soberanía y suprema protección, consul– tando nuestro alivio y que se haga menos molesta una contri– bución, que por sí misma era tan corta; por lo que, sumiso y rendido, da este miserable Cabildo, justicia y regimiento, por - 44 -