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CES,1REO DE A.RMELLADA terna! unión, la fe conyugal, el respeto a las cosas ajenas, la probidad, la recta e inflexible justicia, existen todavía en al~ guna parte del mundo, es entre los indios" ... Donosamente añade: "Así como hay quien cree habilísimos a los niños de Londres porque a los tres años hablan el inglés, así creen otros que los indios son torpísimos sólo porque no hablan bien el castellano." Y, copiando al P. Acosta, dice: "Quien estima en poco a los indios, mucho se engaña" ... "Pero sean tan estúpidos como se quiera, ... añado ahora que este será el medio de que dejen de serlo ... Se dedicarian también con más gusto y universalidad a aprender el habla castellana, pues el saberla deberá tenerse por uno de los requi– sitos necesarios para ser representantes. Comenzarían también a usar nuestro traje, cosa de la mayor importancia ... " Sobre este punto se alarga, dándole un significado ( entre los del Perú) de protesta contra su esclavitud. "Aunque el traje con– siderado en sí mismo sea una cosa bien indiferente ... , los lle– nará acaso de un furor triste y sombrío, les recordará sus pa– sadas glorias y las infelicidades y miserias que les sucedieron o engendrarán en ellos una sed de venganza que los consuma sin cesar." En este discurso asomó también el Sr. Feliú otra idea interesante, cuando dijo: "Y se extrañará tal vez que no hayan promovido (los diputados americanos) el libertarlos del tributo (a los indios}. No es porque no los tengan sobre su corazón y no deseen beneficiarlos más que a sí mismos, sino porque a pesar de mil reflexiones y conferencias, no han encontrado todavía el mejor medio de concordar esa justa gracia con ciertas consideraciones acerca de su mis~ mo interés." * * * Entramos con la ses1on del 1 de febrero a otra discu~ sión sobre el mismo asunto, proponiéndose varias fórmu~ las; todas ellas incluyen siempre junto con los españoles a los "indios y sus descendientes"; en la que menos, se pedía -36-