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CESAREO DE A.RMELLADA. mente el asunto. rvluy oportunamente el Sr. Llano recordó como ejemplo que en la Gaceta de Caracas del 27 de julio de 181 O se decía cómo la Junta de Barinas, al constituirse, había declarado que "los individuos de ella se encargaban de aquel mandato, sin perjuicio de que los diputados con– curran a las Cortes generales de la Nación entera, siempre y cuando la convocación se forme con la equidad y justi– cia que merece la América y siempre que formen una parte de la España". La nota indigenista y patética la dió el Sr. Inca, que dijo, entre otras muchas cosas: "Los indios, esos dignos ciudadano:-;, en quienes se desdeña pensar el hombre engreído y satisfecho con su vano saber ... ; las virtudes morales de este gran pueblo en nada cedían a las de los celebrados egipcios, griegos y romanos, y la austeridad de sus costumbres se anticipó con mucho tiempo a la gustosa admisión y práctica de la Santa Religión que hoy profesan." Habló luego de la disminución escandalosa de su generación. desde 8 millones a 900.000 almas, y de los perecidos en la elaboración de las minas, y añadió: "No es ahora la ocasión, ni tampoco lo es de demostrar las dotes del ánimo y espíritu con que la naturaleza los ha distinguido. Bastará decir a V. M. (el Soberano Congreso), con la confianza que inspira la evi– dencia, que son muy capaces de ocupar dignamente sus asien– tos en el Congreso." La proposición fué rechazada por 64: votos contra 56. Pero quedó la puerta abierta para presentarla modificada. * * * Revive la discusión (después de la lectura de los votos particulares el día 19 de enero) en la sesión del 23 de enero, bajo otra fórmula, presentada por el Sr. Pérez de Castro. Las intervenciones que hace al caso resaltar, relacionadas -30-