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CON FLORES A MARÍA 59 Total. que es bien posible que ni a los otros deje utilidad, ni a nosotros nos sirva de provecho. No es así la visita de María . A la Virgen le mueve un sentimiento ·de profundo afecto hacia su prima y el ansia de alegrarse con ella y celebrar juntas la gran merced que acaban de recibir. Por eso, María e Isabel no gastan el tiempo en comentarios de cosas o personas que nos les interesan. Desde el primer momento, su lengua se dedica total– mente a la alabanza divina. María revela también una generosidad extraordinaria. Tres meses permanece en compañía de su prima, y, a la vez que la atiende en cuanto requieren las necesidades múltiples del cuerpo, va enriqueciendo de gracias el alma de la afortunada pariente. Cuando María marcha de allí, el adelanto en el camino de ]a santidad, reali za do por sus familiares, es incalculable. Meditemos un momento en la santa con– ducta de la Virgen y pidamos la gracia que deseemos conseguir. Para rnejor obtenerla, le 'dirigiremos las sigu fr n– tes deprecaciones y Avemarías, como en la pág 1 6.