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54 DÍA 10 Todos aquellos a quienes se acercó, no– taron, ventajosamente, su presencia. Pri– mero, el Precursor. "Lo mismo fué pene– trar la voz de tu salutación en mis oídos, que dar saltos de júbilo la criatura en mi vientre ", dijo Isabel. Esto significa que el Bautista fué santificado antes de ver la luz, o sea en el vientre de su madre. En segundo lugar, Zacarías, quien tuvo que quedar altamente edificado de la conducta de la Virgen, tan humilde, tan abandonada en las manos de Dios y tan diferente de su propio proceder cuando el ángel le habló en el Templo y se resistió a creer. Y la experimentó de manera particular la misma Isabel: "Fué llena del Espíritu Santo" , dice el Evangelio , lo cual encierra en sí multitud de bienes. Como fruto inme– diato, encontramos a Isabel llena de luz, que la ayuda a descubrir con profética mi– rada las fu turas grandezas de la Virgen, y después, en los tres meses que continuó viviendo María con ella, las gracias espiri– tuales recibidas por medio de nuestra Madre, no tienen número. Buen acierto tuvo el que llamó a la Visitación de la Virgen la "Fies– ta de la Gracia". Meditemos unos momentos en la dulce