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DÍA 2 --- -- ---- ---- pero no una criatura más hermosa que Ma– ría. (San Buenaventura.) FLOR PARA ESTE DÍA Siempre que vea una imagen de la Vir– gen, la felicitaré por su excelso origen. EJEMPLO Había en Tolosa un comerciante de bue– na posición, aunque no fuera tan sólida su piedad. Tenía puestas sus ilusiones en una hija llamada Ana Mari. Esta niña, por su virtud y belleza, era el encanto de la casa. Pero un día, Ana Mari se sintió mal, y la enfermedad fué agotando de tal modo aquella naturaleza, que, muy poco des– pués, la pobre hija estaba a las puertas de la muerte. A todo recurrieron sus padres: médicos y medicinas en abundancia, pero sin resultado. Entonces, se avivó un poco su fe, y comenzaron a mirar hacia otra par– te, solicitando del Cielo el remedio que en vano ·buscaron en la tierra. Los padres de Ana Mari prometieron a la Virgen que, si les curaba a la hija, le impondrían su es– capulario y la alistar: an en una de sus con– gregaciones. ¡Santo remedio! En el corto espacio ele unas horas Ana· Mari estaba ·cu-