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CON FLORES A MARÍA 19 ------ -· --- - ------ -·- -- entre todos aquellos de la misión, los que conservan esta práctica saludable. - Eso no es fácil de averiguar - dijo el religioso-. Pero una cosa te consolará, y es la siguiente: "No sabemos si todos re– zan las tres Avemarías; pero lo que sí sabe– mos es que tú y yo, que las hemos rezado de cierto los dos hemos sido favorecidos por la Virgen con la vocación religiosa, que es una de las más firmes garantías de nuestra salvación". Seamos, pues, todos nosotros constantes en el rezo de las tres Avemarías, y, si quere– mos que nuestra santificación y salvación sea segura, no abandonemos jamás la de– voción a nuestra Madre Celestial Oración final para todm, los días Purísima Yirgen María, esplendor de los cielos , encanto de los ángeles y alegría de los mortales. Estos son los obsequios que llenos de gozo te ofrecen tus hijos; bien poca cosa, si ateudernos a lo mucho que tú t e mereces; y poca también , si nos fija– mos en lo mucho que para Ti quisiera nuestro enamorado corazón. Pero no te fijes en la pequeñez del don, mira más bien · a la buena voluntad con que hemos