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NOVENA A LA INMACULADA CONCEPCIÓN 155 EJEMPLO: BEATO ESCOTO Estos ejemplos que vamos a proponeros no serán sino rasgos de verdaderos amantes de María que nos sirvan de estímulo para crect'r en su amor y hacer algo por su gloria. Damos lugar preferente entre los devotos de la Inmaculada al Beato Escoto. Escoto es un fraile escocés, franciscano. Muchos son los motivos por los que Escoto se hizo célebre ; pero ahora no nos detenemos ni en su ciencia prodigiosa, que le valió el título de Doctor Sutil, ni en sus virtudes salientes, cJmo la discreción, la sencillez, la afabilidad y la humildad profunda. Nos interesa su amor sin medida a la Inmaculada y cómo la Virgen se lo re– compensó. Escoto defendía con tesón en la cátedra este privilegio de María, en tanto que otros sabios lo negaban furiosos. La Universidad de París celebraría una disputa pública en defensa de la Inmaculada, y en ella Escoto tendría que luchar contra doscientos doctores. Momentos antes paseaba Escoto por el claustro de la Universidad, pidien– do ayuda a la Virgen, cuando, al levantar sus ojos, se encontró con una imagén de María. La saludó y le diri– gió esta plegaria: «Concédeme que pueda alabarte hoy dignamente, Señora; dame fortaleza contra tus enemi– g·os.» Y la respuesta fué que la cabeza de la imagen d e piedra se dobló en señal de aprobación. Así sucedió ; los doscientos doctores expusieron sus argumentos. Escoto callaba. Cuando termin~ron, Escoto los r epitió todos, co– menzando por el último y terminando por el primero, y los rebatió 'tan vigorosamente, que el dogma. de la In– maculada consiguió un triunfo redondo. Consagración a la Inmaculada. (De la página 20-21 del «Con flores a María».) Oración final (para lodos los días): Purísima María, terminamos ya este piadoso ejerc1c10 y sentimos pena el tener que separarnos de tu santo al– tar. ¡ Se está tan bien a tu lado! ¡ Hace tanto bien a nuestro inouieto corazón el tono celestial de tu manto azul! ¡ Qué felices si viviéramos siempre al amparo de ese tu manto de Inmaculada! Esto es lo que te pedirnos hoy. Haznos sentir en lo más profundo de nuestro corazón aquella intensa devo-