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154 NOVENA A LA INMACULADA CONCEPCIÓN Día l.º J\IEDITACION : BENDITA SE.A TU PUREZA Y ETERNAMENTE LO SEA. Cuando el alma entoi.1ó este cántico a la Inmaculada bien pudiera ser que se acordara de aquel pasaje de la vida de la Virgen en que hizo una visita a su prima, pero, de cualquier modo, vendría siempre a dar cumplimiento a aquella subi.ime profecía que en un arranque de humilde sinceridad hizo María de si propia cuando al cantar ante su prima Isabel el «Magníficat», dijo: «He aquí que, des– de hoy, me llamarán bienaventurada todas las genera– ciones.» Hecha esta predicció11 bajo la inspiración divina, ya se comprende que no podía. menos de cumplirse plena– mente. Como prueba de ello, ahí están las literaturas con multitud de composiciones preciosas ; ahí está la escul– tura con unas imágenes arrebatadoras; la pintura, la arquitectura, la música, el teatro incluso, facilitando al pueblo la inteligencia del misterio. No hay para qué citar nombres de obras ni de autores, porque seria cosa de nunca acabar. Y ya en otro sentido, ahí está el cántico que comenza– mos a meditar, que millares y millares de bocas repiten multitud de veces en !a vida, y que, por sí solo, es una perfecta alabanza en su honor. Repitamos con frecuencia el «Bendita sea tu pureza», pensando no sólo en rva.lizar nosotros esta. profecía de la Virgen con nuestros acentos d e hoy, sino pidiendo que los que ocupen luego nuestro puesto en la vida sean r.uestro eco y tengan la dicha de ser también ellos, con sus alabanzas a María, los que vayan haciendo verdade– ras las palabras de la Virgen, en la seguridad de que no sólo al pasar al cielo, sino también mientras more– mos en la tierra y especialmente a la hora de la muerte, la celestial Madre nos dará el fruto. Meditemos brevemente y pidamos la gracia que desea– mos conseguir. Para mejor obtenerla le d!rigiremos las siguientes de– precaciones y A vemarfa'3. (De la página 16 de CON FLORES A MARÍA.)

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