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DÍA 27 engalana para festejar a la Reína de los Ci~– los. Yo, ¿qué haré para festejar a tan ben– dita Madre? Que ¿qué hará? Su amor a la Virgen le sugerirá multitud de cosas, pequeñitas al pa– recer, como de niña, pero que, precisamente en esa pequeñez encierran su mayor en– canto. Había hecho este propósito al comenzar mayo: "Propongo en este mes de mayo ha– cerlo todo por amor a María." Y, fiel a su propósito, encontramos los actos siguientes: "No tenía ganas de coser, y coso por la Virgen." Otro: i'Me he mor– tificado en no tomarme los caramelos hasta la hora de comer, por la Virgen." Otro: "Me he privado en la mesa de un bocado que me gusta mucho, por la Virgen." Uno más: "He dado la lección sin gana, por la Vir– gen." Otro: "Me he levantado sin gana, por la Virgen." Sigue: "No tengo gana de ha– cer un pañuelo, y lo haga, por la Virgen." Más: "He escrito sin ganas, por la Virgen." Otro: "No me he tomado la torta, por la Virgen." "He rezado el Oficio, por la Vir– gen." ., He rezado cuatro Rosarios, por la Virgen.'' Y asL otros muchos, parecidos a éstos. Lo que más había encomendado Conchita