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- CON FLORES A MARÍA --- ------- --- - --- --- cía, la necesidad que tenemos de una mano poderosa que nos sálve de tanto peligro, y ahí está ella, con su amor efectivo, prácti– co, a quien no se k oculta ni deja que se pase sin remedio ninguna necesidad. Si es verdad que "obras son amores", no ha existido ni existirá jamás un amor tan grande como el de la Virgen. Todas las gracias que recibimos vienen de sus manos, como Medianera que es: pero, sobre todo, nos <lió la gracia de las gracias: a su divino Hijo, que, de modo tan doloroso . obró nuestra Redención., Meditemos un momento en el amor prácM tico de nuestra Madre, y pidamos la gracia que deseemos conseguir. Para mejor obtenerla, le diriginmws las siguien.– tes deprecaciones y Avemarías, como en la pág. 16. JACULATORIA Tu amor, oh Virgen benignísima, ha l!e- 11ado el mundo de inapreciables beneficios. FLOR PARA ESTE Dí A Demostraré que tengo un amor práctico a María, imponiéndome una mortificación corporal en su honor.