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111. - ll PASIÓN DE LOS IIESAFIOS quienes gobiernan no consiste tan sólo en administrarlo todo en orden al bien común, respetando las legítimas creencias y las instituciones que se aceptan como necesarias para garantizar las justas libertades y la plurali– dad. Dan por supuesto que entra dentro del ámbito de sus competencias intervenir en todas las manifestaciones de la vida y de la historia. No es raro contemplar a los voceros de determinados gobiernos descalifi– cando a quien se oponga a las leyes que han dictado para interpretar la misma existencia. Si insisten en ampliar la ley sobre el aborto hasta los ocho meses y medio de gestación, por ejemplo, no sólo se mofan de quienes la consideran criminal, sino que pueden conducirlos a los tribunales por no respetar la legislación aprobada en cámara. Conocemos el caso de muchos médicos que se han negado a practicar abortos y por esa razón han sido retirados del ejercicio de su profesión o puestos en cuarentena. A quien, respetando las diferentes maneras de asumir y vivir la sexualidad, se atreva a estar públicamente en desacuerdo con el matrimonio entre homo– sexuales, como ya ha sido admitido sin reticencias en algunos países, se le acusa de homófobo y hasta puede ser llevado a prisión por criticar lo que ya es ley. No se ha sabido conjugar el ejercicio político y el poder con el respeto a las legítimas libertades de pensamiento y de convicciones. Entre otras cosas, porque quienes en definitiva han llegado a gobernar, no siempre lo han con– seguido desde la libre decisión de los ciudadanos, sino desde la presión que, con diferentes modalidades, se ejerce sobre el elector. Y que van desde la injerencia de potencias extranjeras que insisten en contar con delegados sumisos para la explotación, hasta las condiciones que ponen aquellos que en el interior de cada país tienen medios para abrirle u obstruirle el paso a determinados candidatos. -Peculiaridad de Venezuela El caso de nuestra Venezuela es particularmente significativo. Nos gloriá– bamos hasta hace poco de habernos mantenido durante cuarenta años en