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111. - LA PASIÓN DE LOS DESAFIOS 111 -Una sana obsesión por la ecología En los últimos años un ex candidato a la presidencia de los Estados Unidos ha recorrido el mundo en aviones altamente contaminantes para hablar del cambio climático que puede causar estragos. A pesar de esta anécdota, lo cierto es que la ecología ha empezado a figurar como una de las priorida– des a tener en cuenta a la hora de desarrollar la industria, edificar viviendas, aplicar la tecnología y usar los recursos naturales. Los síntomas de un progresivo deterioro de nuestro hábitat asustan a mu– chos y siguen dejando demasiado tranquilos a otros. Se piensa que ninguno de los que ahora vivimos va a conocer de frente la catástrofe que ha de so– brevenir si no le ponemos un freno a la inconsciencia con que abusamos de la naturaleza. Sin embargo, no podemos hipotecar el futuro de nuestros hijos y nietos ju– gando alegremente con los recursos que también ellos van a necesitar. No hay que dejar para mañana la vigilancia sobre los crímenes que se están per– petrando hoy desde una tecniciencia que, para proveernos de ciertos bien– estares, seca las fuentes que los originan. Nuestra América Latina cuenta con riquezas insondables en sus ríos, en sus sel– vas y en toda su latitud. La contaminación no ha ll~gado a los extremos de las grandes ciudades del primer mundo y se pueden ver a vista de pájaro las mate– rias primas que yacen en nuestros subsuelos y sobre la faz de nuestros campos. No obstante, ya desde hace tiempo hemos sido invadidos por quienes no tienen reparo en ir desertizando nuestras propiedades, extrayendo de ellas todo lo que tenga valor. Por un puñado de monedas hemos vendido la he– rencia de nuestros sucesores. La Iglesia ha demostrado un admirable equilibrio al usar los recursos natu– rales. Teóricamente siempre hemos predicado que todo lo que vive y respira
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