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111. • LA PASIÓN DE LOS DESAFIOS simplemente tarifados a sus órdenes, no tienen reparo alguno en difamar, sacar de contexto y burlarse abyectamente de las instituciones o personas que duden de su poder. Cualquier presentador de "buena pinta física" y absolutamente incuito, de dudosísima reputación y de exóticos hábitos¡ los más superficiales periodis– tas y hasta las vedettes, se nos presentan como "infalibles" en casi todos sus dictámenes y no aceptan la más mínima contradicción. Lo peor de todo es que estos medios y estos personajes influyen mucho más sobre la culturización de las masas que los profesores formales, las aulas y los libros. "Estamos, dice Mardones, ante un cambio radical de sensibilidad cultural. Los intentos serios y graves por dar nombres, clasificar y ver las fun– ciones sociales estarían condenados al fracaso en la cosmovisión presentista– fragmentaria de la cultura de la innovación, la investigación instantánea y el avance. Estas actitudes pertenecen a la era de la simplificación y la reducción. Ahora entramos en el océano de lo abierto, lo complejo y lo presente". Esta visión "positivista" de la vida y de la historia se burla de la cultura clá– sica. Cicerón, Sócrates, Calderón de la Barca, Andrés Bello son, para los jóvenes de nuestros días, simplemente unos dinosaurios que ya no tienen nada que decirnos. Evidentemente, esta zafia manera de abarcarlo todo se declara enemiga de la religión. Se ha dicho que el positivismo es la religión secularizada de un mundo sin religión. Las religiones, por lo general, mantienen costumbres, exaltan determinados comportamientos y se aferran a principios que para la "nueva cultura" signi– fican rémora y tranca. Se oponen a ese afán desmedido por darle nombre y significado diferente a todas las cosas. Y, sobre todo, se las desprecia por ser un freno al desenfreno, a la libertaria manera de considerar la vida misma. La ciencia y la tecnología aceptadas como intocables en sus descubrimien– tos le sugieren al colectivo que todas aquellas razones por las que se acudía