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IL-11 SIGIO DI LAS PREGUNTASYIASOUOAS • Yo estoy absolutamente convencido de que esta "desacralización" de lo que siempre ha sido considerado realmente sagrado, está dando paso a otro tipo de "sacralidad" que a la postre sumirá en la desesperación al ser hu– mano. Nos lo dice G. Carvajal: "Cuando en un capítulo anterior hablamos de la metamorfosis de lo sagrado, vimos que múltiples realidades, de suyo profa– nas -como el dinero, el podeT¡ la violencia, la persona amada, las estrellas del espectáculo, los ideales revolucionarios- pueden ser sacralizadas, con lo cual surgen las que venimos llamando "religiones sin Dios". Por eso Tillich nos habla de: La religión de la Humanidad, que no hace referencia a la felicidad en el más allá, sino a un simple bienestar intramundano. El progreso ilimitado es considerado la escatología por esencia; La religión civil, haciendo de la patria el objeto principal de la adora– ción. La están propulsando en nuestros días todos aquellos que han llegado a la conclusión de que nada puede diseñarse o soñarse más allá de los intereses nacionalistas; Las políticas totalitarias, que a diferencia de la religión civil, que suele ser conservadora y que se vale incluso de la religión predo– minante para reforzarse, "están ligadas, como dice Carvajal, a un partido o facción, que pretenden la movilización o el control total de una población determinada con e/fin de edificar una nueva sociedad". El laicismo que propugnan algunas ideologías políticas pretende su– plantar a las religiones tradicionales, poniendo especial empeño en silenciar públicamente a la Iglesia Católica; La religión de la ciencia, que fue preconizada por Renán cuando afir– mó que "/a ciencia es la verdadera religión", capaz de responder a todas las exigencias del hombre. En definitiva, se piensa que las res– puestas y soluciones que antes se buscaban en lo "sobrenatural", hoy las pueden dictar la ciencia y la tecnología.