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• ...uolllar desde los signos de los tiempos No se repara en los medios que han de usarse para alcanzar el efímero y casi siempre frustrante sabor de la fama. La peculiaridad de esta tecnología publicitaria es que hunde mañana al que exalta hoy. El ejercicio del poder como exacerbación del yo es el único resorte que expli– ca la ansiedad y hasta las trampas para lograrlo. No se asume como la capa– cidad de gerenciar los bienes públicos con objetividad y desde unas reglas de juego que se consideran racionales, sino como el modo más acelerado de romper lo establecido y dar rienda suelta a la singularidad y las apetencias personales. Detrás de este proceder hay mucho de resentimiento, de com– plejos, de inseguridades y hasta de desamores. Al olvidar al ser humano como sujeto esencial, al reducir sus "necesidades" a bienes o placeres en sí mismos transitorios, sobreviene como consecuencia la insatisfacción, la sensación de engaño. Muchos estrategas de nuestros días se niegan a mirar al pasado porque no desean ver su fracaso retrata– do en quienes pretendieron hacer lo mismo: organizar la sociedad como tal desde su peculiar "acepción" de la vida y de la historia, empañada por tantas limitaciones, y no desde el sentido común, la experiencia adquirida, los con– textos y los demás protagonistas. Hechos tan comunes como el consumo cada día más acelerado y masivo de estupefacientes, la violencia irracional e innecesaria, el frenesí desde el que muchos ponen en juego su vida en las carreteras (suicidio inconsciente), la indiferencia ante casi todos los estímulos, la búsqueda desenfrenada de un placer superficial y cotidiano, son la expresión más palpable y brutal de ese vacío interior para el cual ya no parecen tener recetas las sociedades dominadas por una ciencia y una tecnología que insisten en ser infalibles, y dirigidas o gerenciadas por elementos que se resisten a superar lo tangible. Esta concepción de la vida como proyecto sólo personal, sin relación con los otros y "lo otro" ha derivado en verdaderas monstruosidades. Muy recien– temente apareció ante los medios de comunicación un transexual que, ha-

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