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V8UUOlizar desde los signos de los tiempos Esa tecnologización de todas las áreas de la vida y el pensamiento huma– no conduce a una universalización implacable, que excluye a quienes no se someten a las reglas de juego diseñadas por los poderosos. Y lo que es más cruel: selecciona a los privilegiados y condena a la postración a quienes no pueden competir. A este inhumanismo de la tecnología y la ciencia hay que añadir el rela– tivismo de la "nueva civilización" que insiste en imponerse, a tiempo o a destiempo. Incluso cuando hace referencia a la moral y la ética. Hay un so– cialismo idólatra, un populismo idólatra y hasta un integrismo idólatra, que dictan sentencias sobre todo, porque consideran que nada es intocable. No tienen en cuenta lo "objetivo", lo que no se sujeta a su percepción, lo que no capta su logaritmo. Tanto los países en vías de desarrollo como aquellos que son considerados ricos y poderosos han caído en tres vicios que convierten en inalcanzable la tarea de formular criterios con cierta objetividad. Se trata de la avidez del lucro, como meta inmediata a conseguir y como fuente única de felicidad¡ la sed de poder como colofón de todas las aspiraciones y como exaltación de la fuerza por encima de la racionalidad; la reafirmación del yo, en medio de un mundo radicalmente competitivo que se empeña en anonimizar a todos. Dice Klopenburg que "estos comportamientos quieren imponerse a cualquier precio. Se hacen absolutos y se transforman así en verdaderos ídolos. Si los mecanismos perversos del neocolonialismo son considerados a la luz de los cri– terios morales, se advierte que, por detrás de ciertas decisiones, aparentemen– te sólo inspirados por la economía y la política, se esconden verdaderas formas de idolatría: del dinero, del lucro, de la ideología, de la clase, la tecnología y la anulación del otro". Esa idolatría da paso a una atroz, desordenada y confusa competitividad, que desata las pasiones, mantiene en constante zozobra a los ciudadanos, y produce a la larga demasiadas frustraciones. Aquellos que parecieran en un