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■ uauuolllar desde los ,;gnos de lo; ,;empos Este acompañamiento del Señor no está condicionado a circunstancia al– guna. Se svpone, por lo tanto, que en este momento de perplejidad hace que duerme, como cuando andaban de pesca sus discípulos y sobrevino la tempestad. A ellos como a nosotros nos sigue invitando a tener fe, tarea sólo fácil si asentamos nuestra vocación más tozudamente en los designios de Dios que en las seguridades humanas. Creo que tenemos que presentar de nuevo al mundo el verdadero rostro y el radical mensaje de Jesús, sin las adherencias que han podido convertir– lo en indescifrable. Y no se puede dilatar más la versión de una Iglesia que debe ser la casa de todos, el hogar común que el mismo Señor diseñó en su convivencia con los Apóstoles y en su relación con el pueblo Siempre que ha insistido en aparecer como una institución fundamentalmente afianzada sobre algunas reglas, ha terminado perdiendo las riendas. Se nos llama a ser transparentes y a reconocer nuestras infidelidades al Maestro. Un Maestro que, hoy como ayer, nos sigue invitando a dar la vuelta a un mundo confuso anunciando la Buena Nueva. Sigue confiando en noso– tros. En nuestra rectitud y en nuestra creatividad. Ya podemos hacer nuestras las afirmaciones de los obispos franceses que hace diez años escribían a sus católicos una cercana carta pastoral. Decían en ella que "bajo los envites combinados de la generalización del espíritu crí– tico, del encuentro de las culturas y de los progresos de la técnica, los estilos de vida fundamentales transmitidos por las grandes tradiciones se resquebra– jan... Esta crisis de transmisión generalizada acarrea muchas fragilidades per– sonales y permite también comprender que toda nuestra sociedad vive bajo el signo de una fragilidad idéntica por lo que respecta a sus razones para vivir y para construir su futuro". -Devolverle la alegría al mundo Pareciera que cuanto más se empeñan algunos en crear un mundo feliz y en invitar al hombre a disfrutar de la vida, que es breve, y que, por eso mismo