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V81100liZ8r desde los signos de los tiempos Agenor Brighenti nos invita a ser conscientes de esta nueva realidad:"La historia es opaca y desde la precariedad del presente, es posible realizar dife– rentes diagnósticos. Es evidente que estamos inmersos en una época de uisis, tanto en el ámbito social como en el eclesial. Hay una crisis de la Modernidad, pero también de la "vaticanidad", nuestra modernidad eclesial, ocurrida tras cinco siglos de lucha y oposición en la Iglesia". Pudiera sucederle a la Iglesia lo mismo que a muchos padres de familia. Cre– cidos y educados dentro de unos cánones que se repetían de generación en generación, han llegado a pensar que dentro de esos mismos moldes deberían fraguar la conducta de sus hijos. A lo sumo serían necesarias al– gunas pinceladas sin importancia para ponerlos al día. Y, de repente, ellos, formados en la cultura de lo hablado, de lo escrito, de lo impuesto con indu– dable autoridad, se enfrentan a unos descendientes que sólo son atraídos por imágenes vívidas, por escarmientos cotidianos, por las transformacio– nes momentáneas, por modelos que nacen y mueren el mismo día. Descon– certados caen en la tentación de arrojar la toalla, dejando a sus muchachos en manos del devenir cotidiano, sin raíces y sin identidad. En la Iglesia también estábamos seguros, al menos institucionalmente. Todo era diseñado para ser aplicado en cualquier rincón con ligerísimas y a veces insulsas modalidades. Por eso nos resultan incómodas las interpela– ciones. Lejos de asumirlas con humildad, gastamos demasiadas energías en tratar de descalificarlas. Durante siglos se evitó que los cristianos comunes leyesen las páginas de la Biblia sin la debida interpretación o a espaldas de los traductores oficiales. Ahora nos sorprendemos al constatar cómo, desde la libertad que poseen como hijos de Dios, aplican su Palabra a la cotidianidad, con más acierto que los que llamamos "entendidos". Algunos pontífices han aludido a la necesidad de "renovarlo todo en Cristo". Si se les hubiese hecho caso, muchas de las preguntas que hoy se nos hacen