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m. - LA PASIÓN DE LOS DESAFIOS del mismo. A quienes se atreven a negarle la condición de matrimonio a este último se les acusa de homofobia y se les condena a la hoguera de la vergüenza. Los lobbys de homosexuales, lesbianas y gays son implacables cuando alguien pone en duda "sus derechos". Parece que en esos mismos países la adopción por parte de matrimonios homosexuales y de lesbianas se está equiparando a la que pueden llevar a cabo los matrimonios convencionales. Se ha llegado a tal frivolidad en la apreciación de la llamada familia que algunos están persuadidos de que en un tiempo no muy lejano cualquier persona sola podrá exigir que le reco– nozcan como pareja legal a su perro, a su gato o a su mascota. A ello aludía el Informe 2000: "En el fondo ya no existe un solo modelo de familia y en este campo, como en otros muchos, se vive en el horizonte de la opción en cuanto cada cual tiene que decidir sobre el modelo de familia que desea asumir". Muy recientemente, el P. Donati, citado por el cardenal Scola en su obra "La nueva laicidad", trataba de explicar estas acepciones de la familia, diciendo que las doctrinas en boga entienden que "el carácter sexuado, masculino o femenino, de las identidades, los roles y las relaciones socialmente construi– dos, por tanto, no son biológicos sino culturales, incluidas las creencias, las percepciones, las preferencias, las actitudes, los comportamientos, las activi– dades realizadas en general". Las "parejas de hecho" son mucho más comunes que las legalizadas o sacra– mentadas. La ligereza con que las nuevas generaciones afrontan la relación con el otro o la otra las conduce a uniones temporales, sin otro vínculo que el del amor "mientras se dé". No ven su convivencia como una mutua entre– ga, capaz de generar proyectos en común de cara al futuro, sino como una atracción física que deja de darle sentido a todo cuando desparece. En estas circunstancias, no se está dispuesto a ningún tipo de sacrificio ni a ceder para facilitar la convivencia. Hasta los hijos se ven frecuentemente como una carga y una responsabilidad que no se desea adquirir. En el caso de que se engendren suponen un grave problema en las rupturas. O se que- ■fil

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