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111. - LA PASIÓN DE LOS DESAFIOS El hecho de que algunos gobiernos y bastantes concepciones políticas dedi– quen tantos esfuerzos a minar su impacto es un claro indicio de que no pue– de dejar a un lado su condición de instancia creíble y perseverante. Puede decirse que en determinadas culturas y áreas su voz es la única que se atreve a disentir de muchos poderes establecidos. Las confesiones religiosas que, ante un dominio exclusivo y excluyente del espectro político, se encierren sobre sí mismas, interpretando inadecuada– mente que esa dimensión de la sociedad no les incumbe, ya han caído en la tentación de abandonar al hombre a su suerte y separar la fe de la vida cotidiana. Por ese camino terminarán convirtiéndose, ciertamente, en opio del pueblo. Luce muy atinada la definición que de la política nos ofreció Juan Pablo 11, calificándola como "el uso del poder legítimo para la consecución del bien co– mún de la sociedad". Ante un grupo de notables dirigentes el Pontífice aclaró lo que debe entenderse por bien común que "abarca el conjunto de aquellas condiciones de la vida social con las que los hombres, familias y asociaciones pueden lograr más plena y fácilmente su perfección propia" (G 5., 74). Ya Pa– blo VI había dicho que "la política es un aspecto que exige vivir el compromiso cristiano al servicio de los demás" (OA, 16). La jerarquía venezolana no se ha mostrado indiferente frente al acontecer político de nuestro país. Periódicamente hace un análisis crítico de la situa– ción. Pero no cuenta entre los políticos con interlocutores capaces de refu– tarla razonadamente o de tomar en serio sus recomendaciones. La nueva clase política, no sólo de Venezuela, sino de muchas de las "democracias" vigentes en el mundo, adolece de un elemental discernimiento. Uno de los más claros signos de la decadencia de la cultura occidental es el desprecio y la marginación a los que son sometidos los grandes pensadores, por una parte, y el auge que han ido adquiriendo personajes sin relevancia intelectual alguna. Los medios de comunicación, que son los que deciden el