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97 - para el adelantamiento de la gloria de Dios, de los intereses del Reiç de la conversion de ]as almas, de las-ventajas de su fundacion y honor de la Mision, sin decir mas sino que no convenía, que se dejara pasar vn año, que hasta la venida de la real Compañía Guipuzcoana y otros pretestos que no satisfacían a los Religiosos ni aquietaban su conciencia, por verse a su parecer comiendo de valde el pan del Pci, hasta que apretan- dole la Mision con las mas vivas e irresistibles Razones para que acudiera a los deseos de hazer dos entradas, una al Sqcui, y la otra a los Chaques, se nego con el pretesto de ser estos de la jurisdicíonm de Santa Marta, y aquellos suponerlos resentidos de haberles faltado a la palabra como lo dicen sus mismas cartas. Pero aunque la Mision lo hizo por escrito evidencia de la poca o ninguna Razon que tenia el Cabo Principal, sin em- bargo hubieron de ceder los Rdligiosos, por no ayer venido a pleitear, sino a convertir, dejandolo todo al tiempo, a la paciencia y a Dios. Entretanto no perdio de vista la Mísion la Rcduccion de otros Indios pertenecien- tes a esta Provincia para descargo de su conciencia, y sabiendo que por este Superior Gobierno se intentaba enviar gente a los Montes y tierras ocupadas por los Indios Ah- les para ci corte de Madera, para las Piraguas del Pci, pareciole a la Mision, ocasion oportuna, para hacer alguna entrada al abrigo de dicha gente sobre que consulto el se- ñor gobernador a principios del año de einquena y tres; quien no lo hayo' por conve- niente entonces, reservando la 'diligencia para despoes. Cerrada esta puerta intento abrir otra para introducirse en una parcialidad de Indios Cocinas diferentes de los ya dichos, y en efecto busco y hallo la ocasión de hablar al Capitan de ellos, pretendiendo con buenos modos traherlo al partido de establecerse en Pueblo; para lo que, y poder facilitar esta idea, procuro ganarlo con toda la industria y ofrecimiento imaginables, Rogando demas al señor Gobernador diese sus ordenes para que se tratase a dicho Ca- pitan con el maior agasajo a fin de ver si se podía domesticar aquel Caudillo, y Redu- cirlo a campaña, con el seguro de que el todo de su parcialidad pondra, penderá? de el. Hizose en fin cuanto supo y pudo la industria Humana y a tanto esfuerzo, dio por Res- puesta que volvería despues, sin duda o para escusarse o para tratar con sus gentes el punto.Tambíen por Diciembre de 1753 se practico ladíligencia de ver si se podrían re- ducir a pueblo treinta o mas Yndios que Ránchaban n las Cercanías de los Castillos de Maracaybo, y estaban como a d'evocion de un Sargento del Castillo de San Carlos ha- madoMontero; pero hasta, aquí por mas que se han continuado las diligencias con es- tos, y los ultimas Cocinas, no ha permitido Dios el logro de nuestros deseos. A fines del año de 1753 o principios del de 54 por no estar de el todo ociosos los Pelígíosos, propuso la Mision al Cabo principal el proiecto de buscar una porcion de Indios Sabriles, que habían huido del pueblo de san Fidel de Tinaeoa; convino en el manifestando el deseo de concurrir a hacer algun Regalo a los Yndios, como lo expresa al Prefecto en carta de 25 de enero de 1754 y en otra posterior Repite lo mismo, y solo añade ser de opínion que vayan en busca de los fujítíbos algunos Indios de Tinacoa so- los y sin Padre; diosele este gusto, enviando solos los Indios en solicitud de los Apos- tatas, bien preuenidos de lo que deverian ejecutar: fudron los hallaron, y nada hicieron porqu a la primera, vista notaron en los Sabriles la novedad de echar mano a sus ar- mas, ju gando iban de guerra, con lo que sorprendidos los enviados se cortaron de tal modo, que no supieron ejecutar el designio, y amedrentados, se volvieron, protestando no volverían a la enpresa, sino acompañados de algunos españoles, lo que sin perder tiempo se devia hacer si el lance se avia de lograr, En tal apretura de circunstancias bien se no había tiempo para consultas; sin embargo se consulto todo con don Juan de la Mota Capitan de Conducta de don Juan Chourio (con quien siempte ha persuadido dicho Cabo Principal a la Mision consulte todos los lances) y con su parecer cuatro es- pañoles que de pr,ompto pudo asalariar la Mision, y un Religioso, que los acompañaba por lo que pudiese suceder, arreglado todo al dictanien del Capitan Mota, se pusieron en camino COil mucha priesa antes que 'se alejaran los fugitivos Sabriles: al segundo dia de su marcha dieron con el solicitado Rancho, en que solo se hallaron 17 personas entre mujeres y niños, sin haber mas que un Indio adulto, pero tan resuelto que a la primera vista con su arco y flechas se encaro para herir o matar, sin querer soltar las armas 'aquantos Requerimientos se le hicieron, con que en defensa de la propia vida uno de los Españoles lo mato, sin ayer en la acion otra desgracia. Despues ubo otra ejecutada- en 'una delas' Indias, que por porfiada en huir uno de los Indios la fue si-

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