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- 85 - demos queden con la voz pasiva de compañeros de los mas antiguos, y estos hacen continuos esfuerzos con el Prelado, para que los deje internar en el país, y lograr así fundando pueblo tenerla colacion de su encomieada religiosa. Del número de los padres, elige el prelado un religioso que cuide de lo espiritual, del pueblo y tropa de Guayana, el cual ejerce el oficio die cura y capellan de la tropa, y tiene la colacion del beneficio en fuerza de su presentacion, sin que por esto quede independiente de su Prelado, pues es considerado como un misionero, y el pueblo corno anexo de las misiones de la Provincia, Observan en todo y por todo sus constituciones de la Provincia, para elegir supe- rior, pues antes de cumplir loj tres años se convocan en la mision de Snay donde im- ploran el auxilio del Espíritu Santo y por plenitud de votoA queda canonicarnente elec- to el individuo con titulo de Prefecto, fi quien dan la obediencia con las dcmas formali- dades de Su regla; cumplido este acto de comunidad, se retira cada uno al pueblo de su residencia á practicar los ejercicios que quedan referidos. MODO ECON(' MICO DE VIVIR LOS PADRES. Es público y notorio que hasta el año 1726 no pudieron subsistir en la Provincia de Guayana, por la suma miseria del país,. los Padres Misioneros Capuchinos catala- nes, que antes habían venido. La actividad y providencia que tomaron los Reverendos Padres Fray Tomas de Santa Eugenia Frai Benito de Moya y Prefecto Fray Agustin de Olot, vencieron el imposible formando un hato de ganado mayor, con el qual asegura- da la vida humana se dedicaron á la conversion de las almas. Sobre este principio de gobierno establecieron que todo religioso viviese de la carne de la Mision, en los pue- blos que se fuesen adelantando, y como en aquel tiempo eran pocos, fué tornando co- nocidascréces el fondo de subsistencia. Conforme se iban congregando á pueblos los Yndios Pariagotos que habitaban las ramificaciones de los niontes de Imataca, que empiezan éstos desde Guayana, y corren Norte fi Sur y aquellos de Este A Oeste, destinaban fi cada pueblo un religioso con título de Presidente que en aquellos tiempos era el propio fnnuador. La sola sub- sistencia de carne que tenían no era suficiente para la vida humana, y por la falta de harina proyectaron, que así corno los Yndios para su mantenimiento hacian sus labran- zas de yuca, que al propio tiempo hiciesen otra propia del Padre con lo cual quedaron mantenidos de pan y carne.'A la cosecha (le la yuca, siguió con el andar del tiempo la de arroz, plátano y caña dulce, sobre cuyos píes de hato y labranzas, se han levantado las grangerías y utilidades que se explican en su lugar. Con el aumento de individuos operarios que fueron viniendo de la ProvIncia de Cataluña, fueron creciendo los pueblos como se reconocen del pliego N. 3, y fue fi mas la necesidad de buscar donde vivir por no pagarse en las Reales cajas las anuales asíg- nacion4 hechas por el Rey á los religiosos, y as¡ para adaptarse en algo á sus constitu- ciones, -eligieron sindico, y formaron una masa cornun para que un religioso con titulo de Procurador la manejase así como hacen en España los regimientos del ejército con el fondo que llaman de arbitrios. En esta masa comflun entra lo que cobra de las asigna- ciones y todo el producto de las granjerías que se explican en su lugar, y el P. Procura- dor que hace de cajero, con el dictamen, & visto bueno del superior; tiene el cuidado de comprar y proveer por si 6 por medio del Sindico de todo lo necesario que no fructifi- can las Misiones para el entretenimiento de los Padres, como son habitos, enjuagade- ros, sombreros, cacao, canela harina para hostias vino para las misas, sal y otras co- sas como se explica en la clase de gastos. Asimismo compra el Padre Procuiador de cuenta del comon, hachas, cuchillos, machetes, coletas, y damas rescates conque pa- gan fi los indios el valor de los jornales de los días que trabajaron en las labranzas, fi beneficio del coniun, como se demuestra adelante, y el caudal sobrante de estos ramos de entrada, queda el todo ó en parte en poder del síndico que reside en el pueblo de Guayana. Hechos los referidos gastos en tiempos oportunos, se ponen las especies en la mision de Suay, donde reside el Procurador, y allí se reparten por partes iguales en- tre todos los Padres y cada uno ocurre desde su residencia por su contingente.

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