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- 328 NÚMERO 75 —1817 Elogio fúnebre () de los Padres Misioneros Capuchinos de la de Cataluña, sacrificados con violenta muerte por lós irsu América en la provincia de Guayana en 1817. (i) Flora Oratoria Serafica. Tom. Pag. 498. Ed.. Barcelona—Pinb 5—' Quasi holocausti hostiam accepít Illos; et in temporel respectus illorum. Recibio'los como ofrenda de holocausto, y a su tiempo tendrá cunta de ellos. (Sap. III. 6.) Porque revoluclon tan extraña, porqué fatales acontecimientos me miro yo cisado en eete dia a Verter lágrimas sobre unas desgraciadas víctimas, cuya inoc () Este Elogio Fúnebre -lo hallarnos en la aFlora Oratoria Seráfica'; tiene el mérito de estar compueal uno de los MIalonros Capuchinos que se escaparon del sacrificio sufrido por la Unidad de la Raza, La evol de los tiempos busca ahora la dignificación de los que perecieron y trae por consecuencia la UntAn espiritual- Estirpe Ibérica que a todos nos dlgniflca. honra y ennoblede, preparando al pueblo español de ambos mundos la seguridad, amparo y defensa mutua de todas cada una de las Naciones, Repúblicas o Estados soberanos de giomerado español que sobrepasa ya de los cientO cincuenta millones de almas, cuya forma de Federación y dad espiritual se exterioriza cada vez mas en su conjunto.' No tocamos en un ápice a las notás ni al texto de este Documento,. seguros de que el lector podrá cuenta mejor de los sentimientos y afectos del- autor en la hora del—Elogio Fúnebre—dedicado a sus compat'iet trabajos apostólicos, a los civilidadores de la Guayana, cuya sangre lleva, 'por una Providencia divina, el sello mártires cristianos de la Raza española esparcida por todos los ámbitos del mundo, sangre que contiene en si- milla de la Unidad y fecundidad dé iii fe en los destinos espirituales del inmenso Conjunto Ibérico. La Raza española o ibériça debiera honrar a Catos heroes con Ide honores debidos al sacrificio de sus vid; todo el conjunto español de uno y olro'lado del mar. Estamos seguros de que el sacrifiçio de sus vidas ofrecido a Dios por los Misioneros Capuchinos de la yana es el mejor simbolo de la Unidad dñ Ii Raza española; y que al rededor de esa gloriosa tumba se levantan banderas de la Raza, que se unirá cada yez más en apretadó haz, hasta lograr el puesto glorioso que le correspo realizar el deseo de tos descubridores, eptorisrlores, pacificadores, colonizadores y civilizadores de un mundc pensamiento de los Reyes católicos don Fer,tandc y doña Isabel, dentro de la mutua Independencia y fieles sien Dios y a su Sta. Iglesia católica, apoztóllcé y Romana. Eso es lo nuestro. Esas son las miras de nuestros antepa y mayores. Fa. FzzolLéN oc Rioaeoao. (1) Guayana está en Costa firme en la Ameríca meridional; es una ch Provincias de Venezuela, sujeta a la Capitanía General de Caracas. en el vírr to de Santa Fe Está situada en las márgenes del gran río Orinoco, que la diví la provincia de Cumaná. Hace noventa y cuatro años que los padres Capudi Catalanes tomaron a su cargo introducir la luz del Santo Evangelio entre aqu indios bravos que habitaban aquella Provincia en las oscuras sombraP de la in lídad e ignorancia: y si bien es verdad que los padres de la compañía de jesth Padres Agustinos descalzos, algunos Padres Dominicos y aún Los mismos C chinos habían ido a las orillas del Orinoco con el propio fin, mas lo fragoso de a terreno y la falta absoluta de medios para subsistir, precisaron a unos y a otri abandono de la Empresa. En el año pues de 1724 emprendieron de nuevo pasal los Padres Misioneros Capuchinos de esta nuestra Provincia de Cataluña, por Orden del Soberano Felipe V, habiendo ya puesto en regla sus fundaciones Isla Trinidad de Barlovento, en cuya colonia estabase evangelizando ya desde y en donde los indios inhumanos y brabos habían ya sacrificado a su furor la das de varios Misioneros a la violencia de las flechas, macanas; Venenos... s r c z d d y g o b r a e d d r e p p r n d p p lí g a p s v z p et e te vi m m

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