BCCCAP00000000000000000000511

- 253 sitan y desean y Su Magestad lleno le zelo al bien csperitual y salvación- de sus vasa- llos y de añadir fieles súbditos a Christo, mas bien que a su dominio soberano, quiere se congreguen los 24 Padres Sacerdotes dichos de esta Santa Provincia y destinen al Ministerio Apostolico de dicha mision de Caracas. En cuya vista, y que debemos (lar al Cesar lo que es del Cesar, y lo que es de Dios a Dios, esto es que debemos cumplir re- ligiosamente la voluntad de ambas Magestades, nos vemos Venerables Padres Sacerdo- tes y Predicadores de esta Santa Provincia en la precisión de exortar con toda la efica- cia que devemos, a abrazar esta santa empresa y destino de la Misión expuesta (le Ca- racas en que.Dios y nuestro Monarcha serán servidos y agradados. La distinion confianza y aprecio simíglilar que hace de nosotros nuestro devotisi- mo Soberano deve confundirnos y obligarnos poderosamente a cooperar a tan caritati-. Yo y piadoso designió, y servir de estimulo eficaz aun a los mas tibios para emprehen- der esta santa y religiosa empresa. Los Reyes son nuestros Vicarios ' Lugar-thenioutes de Dios en la tierra, Por Dios reinan los Reyes imperan los Príncipes y los Legisladores establecen las Leyes justas. Los Reyes son sobre los hombres para contener a cada uno en sus deberes, y Dios nos ordena a todos, sin distinción de Sacerdotes o Legos obede- cerlos Onmis anima potcstatibus sublimioribus suhdita sit Su voz 'se deve oir, y sus mandatos obedecer no solo por el temor del castigo, sino tambien por el dictamen de la Conciencia; non solum propter iram sed etiam propter conscientiani y el que resista al Rey, resiste ala ordenaefon de Dios Qui resistit potestati ordinationi Dei resistit Su- puestos estos sagrados e infatibles principios. Padres amados míos, aunque nuestro Monarcha piadosisimo no nos mande con imperio sino nos persuada con amor, quien no oira en su voz la voz de Dios, que por un mdio tan sublime lo llama, lo atrahe y se combida a cooperar a la obra mayor de su misericordia que es la salvación de las Al- mas. A esta cooperación a que catan obligados todos los hombres a proporción cada uno de su estado segun el precepto del Señor intimado por el Savio: frlandavit unicuí- que de proximo suo: somos mas estrechamente obligados nosotros como Sacerdotes, Predicadores y Confesores porque por todos estos títulos somos Coadjutores de Dios, como lo afirma San Pablo: De¡ adjutores sumus: destinados del Señor al ministerio su- blime de dilatar el imperio de Jesu Christo y de trabajar con todos nuestros conatos co la conversión, santificazión y salvación de las almas. Y a esta misma cooperación nos obliga el instituto que hemos abrazado, en que devemos servir a Dios en la vida mixta que dicen nuestras sagradas constituciones, vniendo la acción y la con temnpl acion, y si- guiendo el espíritu de nuestro Santo Padre San Francisco y el fin que se propuso en fundar nuestra Religión Seraphica que fué para que procutasenios todos, no solo nues- tra santificación sino tambien la de nuestros hermanos y proximos: Non sihi soli vive- re, sed el allis proficere, vult Dei. zelo ductus, Devemnos pues desempeñar nuestra voca- ción y ministerio de religiosos menores, Sacerdotes y Predicadores portandonos como los Angeles tutelares que sin dejar de tener a Dios presente de contemplarle y amarle e dedican y exercitan en el empleo de la salud de las almas, A nguno de vosotros piadosos venerables Padres míos podrá servir de escusa a falta ^talento por que uno solo que tenga le deve aplicar a este Santo fin: de lo contrario tema igual castigo que el que experimentó aquel siervo iniquo.y perezoso del vangelio que haviendo tenido escondido y ocioso el talento recivido de su Señor para rangear con el buen uso de el quando-este reconoció que nada aria negociado con el eniendolo inutil por su perezosa negligencia lo condena y destina a las eternas tinie- las. Inutileru servum ejicite in tenebras exteriores; Terrible pero bien merecida senten- ia! sobre Id qual dice San Juan Chrisostomo estas memorables palabras dignas de ixarsc perpetuamente en nuestros corazones; Si ipsc ínnocens et purus perseveres cte- m nom augeas talentum eadem que ille patitur patícris. Aunque perseveres puro .e nocente; sino aumentas el talento recivido sino procuras la salvacion del hermano que erece pedeceras las mismas penas que el siervo inutil y perezoso (le! Evangelio. La empresa, confieso, es arduo y dificultosa por los peligros dél estar por el dila- ado viage por lo desconocido del Paiis, por la novedad del Clima pero quando estas ificultades no se suavizaran con los auxilios que franquea la piedad (le! Rey nuestro eñor. Al varon Apostólico nada le acobarda; la Caridad y zelo que le anima ic hace o temer ni la tribulacion ni la angustia, ni la hambre ni la desnudez, ni el peligro, ni

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz